domingo, 21 de junio de 2020

Gregorio Sánchez, reseña biográfica del Torero de Santa Olalla

Gregorio Lozano Sánchez (Santa Olalla, 1927 - Vigo, 2017) ha sido un famoso matador de toros ejemplo castellano de torero sobrio de altísima dignidad profesional, profundo dominador, con intuición y conocimiento del oficio.

Nació en Santa Olalla el 8 de mayo de 1927, siendo bautizado en la iglesia de San Pedo Apóstol. Su infancia en Santa Olalla no fue fácil, nacido en el seno de una familia muy humilde, tuvo once hermanos de los que solo sobrevivieron cuatro. Vivió la posguerra siendo todavía un niño y dicen que llegó a ser torero por culpa del hambre, haciendo cierto el repetido refrán “más cornadas da el hambre”. Su padre Anselmo Lozano fue fusilado el 8 de mayo de 1940, después de una larga estancia en la cárcel.[1]

Vistió su primer traje de luces el 16 de septiembre de 1947 en Cadalso de los Vidrios y después de un bagaje de actuaciones por pueblos y más pueblos toreando desde las más infames capeas hasta las novilladas más duras, con todo tipo de astados, debutó en Madrid el 8 de agosto de 1954 alternando tarde con Luis Díaz y Manolo Rivas. El 1 de abril de 1956, domingo de Pascua, le dio la alternativa en Sevilla, Antonio Bienvenida, con el mejicano Joselito Huerta de testigo y ejemplares de la ganadería de Joaquín Buendía. En esa misma plaza de la Maestranza recibiría la cornada más grave de su vida. El 14 de junio de ese mismo año confirma la alternativa, con ganado de Antonio Pérez, de manos de César Girón y en presencia de Alfonso Merino. Sus mejores años fueron sin duda, 1957 y 1958 en los que toreo 73 y 87 corridas respectivamente.

Entre otros triunfos memorables en Las Ventas, destaca el 19 de junio de 1960 en la corrida a beneficio del Montepío de Toreros se encerró solo con los seis toros de Jesús Sánchez Cobaleda “Barcial”, después de que no pudieran acompañarle los convalecientes Antonio Bienvenida y Fermín Murillo. En solo una hora y veinte minutos corto siete orejas, nadie ha cortado siete orejas en una sola tarde en Madrid. Andres Travesi escribía en las páginas de ABC: “Solo una hora y veinte minutos duró la lección que con tanta maestría explico el domingo Gregorio Sánchez. No hacia falta más. Era también el tiempo justo, porque estaba hecho de faenas justas, con los pases precisos para cada toro. En fin, una bonita lección a los profesionales del toreo… Eran las siete y veinte de la tarde cuando –despachando el sexto toro de Barcial- la gente decía: ¿Y ahora, adonde vamos tan pronto? ¿Habrá entradas para el futbol?”[2] En los mentideros taurinos alguno dijo que el matador había lidiado en tiempo record para irse al Bernabeu a ver la final de copa entre el Real Madrid y el Atletic de Bilbao, pero lo cierto es que el torero madridista de corazón tenía una paliza en su cuerpo que difícilmente le permitiría ir al futbol.

Salió diez veces por la puerta grande de Las Ventas, una como novillero y nueve como matador de toros.

Se retiró el 30 de septiembre de 1973, en tarde desafortunada en Las Ventas, lidiando como único espada una dura corrida con toros de Manuel García-Aleas. Después de 17 temporadas en activo, el desaparecido crítico Vicente Zabala resumía su trayectoria con estas palabras: "Si en sus comienzos se caracterizó por un toreo valiente y esforzado, se fue transformando paulatinamente en un artista sobrio, eficaz y buen lidiador".

Tras su retirada fue profesor y director de la escuela de tauromaquia "Marcial Lalanda" de Madrid. Formado a toreros como: Cristina Sánchez; Julián López “El Juli”, al que consideró su “gran obra”; o a nuestro paisano, Carlos Collado, El Niño de la Taurina.

En 1960 es nombrado hijo predilecto de Santa Olalla y la antigua calle Jardines es renombrada en su honor, en 1982 el ayuntamiento de Santa Olalla coloca en la plaza Reyes de España un busto en su honor "por haber difundido el nombre de Santa Olalla por las plazas de toros de todo el mundo". En 2002 otro busto suyo se colocó en los Jardines del Prado de Talavera. El 31 de mayo de 2003 la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha le concedió la placa al mérito regional. En 2010 recibió la Medalla de Oro de Santa Olalla. En 2016 se descubrió en Las Ventas un azulejo que homenajeaba sus Puertas Grandes y su magisterio en la Escuela Taurina.

Falleció en Vigo el 22 de junio de 2017 y al día siguiente el Ayuntamiento de Santa Olalla le rindió un último homenaje junto a su monumento en la plaza Reyes de España de su pueblo natal.[3]



[1] MORALES GUTIERREZ, Juan Antonio: Santa Olalla a mitad de camino, (Santa Olalla, 2003). Pág. 151.

[2] PÉREZ, Rosario: El maestro que pasó mucha hambre y se despachó seis toros en una hora y veinte minutos. (ABC. 21 de noviembre de 2014).

[3]DOMINGUIN: Adiós a Gregorio Sánchez, un torero de época de Santa Olalla. (La Tribuna de Toledo. Sábado, 24 de junio de 2017.


Fotografía Coloreada de Gregorio Sánchez

Postal de Gregorio Sánchez

Fotografía de Gregorio Sánchez

Primer boceto del busto de Gregorio Sánchez
en Santa Olalla - Año 1964

Gregorio Sánchez y el escultor Emilio Laiz Campos
ante el busto de Gregorio en el Sanatorio de toreros 

Busto a Gregorio Sánchez en los Jardines del Prado
en Talavera dela Reina

jueves, 18 de junio de 2020

Santa Rita en Alcabón, una devoción compartida con Santa Olalla

Pocas noticias escritas nos llegan de la celebración de Santa Rita en la villa de Alcabón. Solo he encontrado que la cita como “fiesta de especial devoción” el canónigo Pedro Guerrero Ventas.[1]

Y así ha debido ser durante todo el siglo XX, tengamos en cuenta que Santa Rita fue canonizada el 24 de mayo de 1900, pese a que era beata desde 1627. La fiesta, eminentemente religiosa, se celebra en el domingo más cercano a la celebración de Santa Rita de Casia, el 22 de mayo. Consta de misa y procesión; y al finalizar, reparto de panecillos y de las flores que ha llevado la santa en sus andas, las rosas son uno de los símbolos de la santa. Nos cuentan que antaño tres alcaboneras se disfrazaban de joven soltera, mujer casada y de monja, en recuerdo de los tres estados de la vida de Santa Rita.

Era tradición que algunos grupos de alcaboneras acudieran a los pueblos vecinos a pedir limosna para hacer la fiesta de Santa Rita. Tal vez las vecinas de estos pueblos acudieran luego hasta Alcabón, tradición que se ha mantenido solo entre las santaolalleras.

Por testimonios orales[2] sabemos que es tradición que muchas santaolalleras, hoy lo sigue haciendo un pequeño grupo, se acerquen andando por el camino, la salida se hace desde la ermita de San Sebastián, hasta la iglesia de Alcabón para escuchar allí la misa. También nos cuentan que se sigue manteniendo la deferencia, por parte de las mujeres de Alcabón, de ceder sacar a la santa de la iglesia para la procesión a las santaolalleras que hayan acudido.

La santa agustina es abogada de las causas imposibles y protectora en los problemas maritales y de familia.

Curiosamente la iglesia de San Pedro Apóstol de Santa Olalla también conserva una imagen de Santa Rita.



[1] GUERRERO VENTAS, Pedro: La piedad popular en la Diócesis de Toledo; ensayo para la investigación. (Instituto teológico San Ildefonso. Toledo, 2004). Pág. 12.

[2] Mis informantes han sido principalmente: Belén García López (Santa Olalla-Alcabón) y Mariano Maroto Garrido (Alcabón).



Imagen de Santa Rita en Alcabón
Parroquia de Santo Tomas Cantauriense

Estampa de Santa Rita de Alcabón

Imagen de Santa Rita en Santa Olalla
Parroquia de San Pedro Apóstol 



martes, 16 de junio de 2020

Pruebas de limpieza de sangre de Diego Ruiz de Bazán y doña Isabel de Loaysa, vecinos de Santa Olalla. Un artículo de José Carlos Gómez-Menor

         Hoy conocíamos la noticia de la muerte de don José Carlos Gómez-Menor Fuentes, sacerdote e historiador, numerario de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo.[1]

            Buscando los orígenes de su propia familia, del apellido Gómez-Menor, debió indagar en los archivos de los pueblos de nuestra comarca. En los siglos XVIII y XIX encontramos varias ramas con este apellido, Gómez-Menor, en los Pueblos de Cebolla, Los Cerralbos, Erustes, Domingo Pérez e Illán de Vacas.[2]

En cuanto a la historiografía de Santa Olalla, tiene una interesante aportación a través de este artículo: Pruebas de limpieza de sangre de Diego Ruiz de Bazán y doña Isabel de Loaysa, vecinos de Santa Olalla.[3] Este fragmento de la introducción del artículo nos sirve para situarnos en su temática:

“En el año 1644 un rico labrador de la villa de Santa Olalla llamado Diego Ruiz de Bazán pretende el título de «familiar del Santo Oficio», un cargo sin apenas funciones que cumplir, pero muy solicitado, porque para obtenerlo se precisaba probar su limpieza de sangre, lo que dejaba a su poseedor a cubierto de toda sospecha de descender de judíos o moros, al menos a nivel jurídico y oficial.

Cuando alguien solicitaba este título también se hacían pruebas de limpieza de la esposa del pretendiente; de esta forma los hijos quedaban libres de toda sospecha, y gracias a este «acto positivo», como se llamaba, les era más fácil acceder, a su tiempo, a la misma familiatura.

En el Archivo Histórico Nacional se conserva el expediente que se instruyó a Diego Ruiz Bazán y a su esposa doña Isabel de Loaysa en 1644; curioso expediente, que nos transmite algunos datos muy valiosos sobre una familia de judeoconversos, vecinos de Santa 0Ialla, un siglo antes; y asimismo sobre los cargos concejiles e inquisitoriales en dicha villa, señorío del conde de Orgaz, y sobre otras familias del cercano lugar de Domingo Pérez.”

El Archivo histórico Nacional ha catalogado un nuevo documento, de 1631, sobre este personaje, Diego Ruiz de Bazán. Se trata del Pleito ejecutivo de Diego Ruiz Bazán, estudiante en la Universidad de Alcalá, hijo y cesionario de Alonso Ruiz Aguado, vecino de Santa Olalla, contra los herederos de Francisco Fernández de Vargas, vecino de Rascafría (Madrid), por una deuda de 80 fanegas de trigo procedente de las rentas pontificales de Malpica de Tajo y Domingo Pérez.[4]



[2] GOMEZ-MENOR FUENTES: Una familia toledana, (Toletum, Boletín de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Libro homenaje a Felix del Valle y Diaz. Toledo, 2009). Pág. 289. https://realacademiatoledo.es/una-familia-toledana-por-jose-carlos-gomez-menor/

[3] GOMEZ-MENOR FUENTES: Pruebas de limpieza de sangre de Diego Ruiz de Bazán y doña Isabel de Loaysa, vecinos de Santa Olalla, (Anales Toledanos XXVII. Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios Toledanos. Toledo, 1990). Pág. 127. https://realacademiatoledo.es/pruebas-de-limpieza-de-sangre-de-diego-ruiz-de-bazan-y-dona-isabel-de-loaysa-vecinos-de-santa-olalla/

[4] Archivo Histórico Nacional: Pleito ejecutivo de Diego Ruiz Bazán, estudiante en la Universidad de Alcalá… 1631. UNIVERSIDADES, 255, Exp. 19


sábado, 13 de junio de 2020

España y la custodia de Tierra Santa, a través de un recibo con la contribución de Erustes


España ha estado históricamente especialmente vinculada a la Custodia de Tierra Santa y de los Santos Lugares, contando desde el siglo XIII con la fidelidad de las casas reales españolas.

Esta devoción hacia los Santos Lugares será el origen de una contribución enorme y constante de España, a través de la orden franciscana, en favor de mantener su presencia en Oriente; estas contribuciones fueron, durante varios siglos, el principal apoyo económico y cultural de la Custodia de Tierra Santa. En consecuencia, el cargo de ecónomo de la Custodia, responsable de la gestión de fondos, fue durante mucho tiempo atribuido a un religioso español, como lo confirman de manera explícita los estatutos de 1746.

Un pequeño testimonio documental de aquellas contribuciones obligatorias, para cada una de las poblaciones españolas, es el recibo de la de mil maravedís que hizo en 1716 el lugar de Erustes, perteneciente al Señorío de Santa Olalla.[1]     

Transcribimos el documento:

Como vice-comisario de Jerusalén es esta Santa Provincia de Castilla: Digo que recibió el hermano sustituto del síndico señalado en ella, los mil maravedís que ha dado el lugar de Erustes por los mil que su majestad (que Dios guarde) manda dar de limosna cada un año a cada una de las ciudades, villas y lugares para la conservación de los Santísimos Lugares de Jerusalén, ayuda de los reparos de los sagrados templos en que están y se veneran, y mantenimiento de los religiosos, que en ellos habitan para su guardia y custodia y dichos mil maravedís los entregaron los señores Isidoro Gómez de las Heras, alcaldes ordinarios en este dicho lugar por lo que toca al año de mil setecientos y quince.

Y para que conste lo firme en el en primero de abril de mil setecientos y dieciséis años. Fray Alonso de Castro.


[1] ARCHIVO MUNICIPAL DE SANTA OLALLA: Recibo de contribución a los Santos Lugares por el lugar de Erustes, 1716. (AMSO/2002).


lunes, 8 de junio de 2020

El Libro del Real Pósito de Santa Olalla, una institución de préstamo a los labradores


El 9 de junio se celebra el Día Internacional de los Archivos y que mejor que celebrarlo divulgando una de las joyas archivísticas que conserva el Archivo Municipal de Santa Olalla (AMSO).

Como además también estamos ya en tiempo de cosecha seleccionamos el Libro del Real Pósito de Santa Olalla. Un libro que contenía las obligaciones que los labradores contraían con esta institución municipal.[1]

El pósito es una institución de carácter municipal y de muy antiguo origen en España, dedicada a hacer acopio de cereales, principalmente de trigo, y prestarlos en condiciones módicas a los labradores y vecinos durante los meses de escasez. Solía existir un edificio llamado también Pósito destinado a guardar el grano.

La actividad tradicional de los pósitos se centraba en la acumulación de grano en tiempo de abundancia que se prestaban a un tipo de interés bajo a los agricultores en el momento en que los necesitaran, lo que podría paliar las malas cosechas y las crisis de subsistencia. Salvando las distancias, sería lo que en la economía contemporánea llamarían una intervención anticíclica en el mercado.

También en nuestra zona existía la creencia de que pasados los años el cereal se basteaba y convenía cambiar la simiente con otros pueblos. Así era muy habitual cambiar grano con pueblos de la Mancha. Una labor de la que en principio solía encargarse el pósito, también surgieron muchos arrieros que se dedicaron a esta labor, algunos de los cuales terminaron estableciéndose en nuestro pueblo y generando lazos comerciales entre distintas zonas agrícolas.

Tras la portada de pergamino, sencilla pero curiosamente ilustrada, la primera página nos dice: “Santa Olalla 26 de octubre de 1795. Obligaciones otorgadas por los vecinos labradores y pegujaleros de esta villa, del trigo que se les ha repartido en sementera del corriente año arriba fechado.”

Las obligaciones que contiene este libro recogen las fanegas de trigo que los labradores recogen en tiempo de sementera y su obligación de devolverlo para Santa María de Agosto (15 de agosto). El recargo o interés que se aplicaba en este préstamo era de medio celemín por fanega prestada.

Debían devolverlo “en especie de trigo bueno, limpio, enjuto y de todo recibo, medido con las que sea cabal y puesto de su cuenta, costa y riesgo en las paneras del acreedor donde los han de medir”.

A este pósito se acogían grandes y pequeños labradores, otros en grupo que aparecen como labradores mancomunados y los pegujaleros (Labradores que tienen muy poca siembra o labor); e incluso fiadores de muchos de ellos.



[1] ARCHIVO MUNICIPAL DE SANTA OLALLA: Libro del Real Pósito de Santa Olalla, 1795. (AMSO/23).


Detalle de las cubiertas en pergamino

Primera página del registro de obligaciones

sábado, 6 de junio de 2020

Santa Olalla en una serie de postales de Heliotipia Artística Española

Santa Olalla puede presumir de contar con una pequeña serie de seis postales de la casa Heliotipia Artística Española, una serie elaborada e impresa en la década de 1970.

Heliotipia Artística Española (HAE), fundada por José Caballero Pérez, fue una casa madrileña de fotografía, edición e impresión, de libros, fotografías y postales. La producción masiva de postales se extendió entre 1918 hasta los años 70.[1]

Las numeraciones del depósito legal de estas postales son de M-26.299-XIII a M-26.304-XIII. Los títulos de las postales de Santa Olalla son:

1.     Iglesia de San Pedro, fachada este.

2.     Carretera Extremadura.

3.     Iglesia de San Pedro, fachada norte y Cruz de los Caídos.

4.     Ntra. Sra. de la Piedad, patrona de la cuidad (Talla Benlliure).

5.     Iglesia de San Julián, retablo altar mayor.

6.     Retablo capilla Nuestra Señora de la Piedad (Talla Benlliure).



[1] MONROY, J.: Cantidad y a veces calidad en las postales de HAE. (La Tribuna de Toledo, 23 de diciembre de 2019).








Reverso de una de las postales de Santa Olalla