martes, 26 de mayo de 2020

El Cristo del Lucero: rogativas, lluvia y cosechas

La existencia de hasta tres parroquias en Santa Olalla, más ermitas y capillas de otras instituciones religiosas como el hospital y el convento, provocó que fueran muy numerosas las diferentes devociones que se repartían entre estos edificios. Algunas de estas devociones invocadas solo como protectoras contra determinados males y otras solo extendidas entre los feligreses de cada parroquia.

Detalle del Santo Cristo del Lucero
Iglesia de San Pedro Apóstol - Santa Olalla

Si la iglesia de San Julián tenía al Cristo de la Caridad a quien se encomendaban los santaolalleros frente a pestes y otras epidemias; la iglesia de San Pedro tenía al Cristo del Lucero que era el abogado de la lluvia y de las cosechas. A esta imagen se encomendaban los santaolalleros en las épocas de sequía, cuando hacían falta lluvias se sacaba el Cristo en procesión por los caminos del pueblo, las conocidas como rogativas.[1] En una villa agrícola el Cristo del Lucero era uno de los más queridos de Santa Olalla, y a él se le pedían milagros relacionados con el líquido elemento, invocándole durante las sequías, tan recurrentes y habituales en nuestro duro clima castellano.

La imagen del Cristo de Lucero es una talla de madera de gran tamaño, obra del siglo XVII. La encarnadura del Cristo es clara, con un rostro de gran patetismo, sobre la cabeza lleva una corona de espinas naturales. El Cristo esta clavado a una cruz jaspeada en verde, con filos dorados y con una sencilla tablilla con la inscripción "INRI".

Esta imagen se encontraba en un lateral de la iglesia, en la nave de la epístola, y desde allí se descolgaba para procesionar en las rogativas. Desde el último tercio del siglo XX la imagen está colgada de dos cadenas en el altar mayor de la Iglesia de San Pedro.

Este motivo provocó que en 1995, en la última rogativa que se ha convocado en Santa Olalla, fuera sustituido por el Cristo de la Caridad y en aquella ocasión “también llovió”.

 

Cristo del Lucero

Bendito retrato,

mándanos el agua

para nuestros campos.



[1] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Mitos y leyendas. Barbacana nº 2. (Fundación Condes de Orgaz en Santa Olalla. Santa Olalla, marzo de 2003). Pág. 3.




martes, 19 de mayo de 2020

Dos carteles de la alternativa del Niño de la Taurina

Compartimos dos carteles que se publicaron con motivo de la alternativa el 20 de agosto de 1988 en la Plaza de Toros de Toledo de Carlos Collado El Niño de la Taurina (Santa Olalla, 1970).



sábado, 16 de mayo de 2020

La Virgen de la Piedad de Santa Olalla en la Colección Luis Alba

Esta semana fallecía Luis Alba, académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, hijo predilecto de la ciudad de Toledo y conocido popularmente como «el gran guía» de Toledo.
Dedico toda su vida de investigador y de gran coleccionista a la ciudad de Toledo de la que estaba enamorado profundamente. Su colección está hoy depositada en el Archivo Municipal de Toledo y no solo abarca la ciudad sino también a los pueblos de la provincia. Su colección de estampas de “Cristos y Vírgenes de la provincia de Toledo” guarda dos estampas muy populares y difundidas de nuestra patrona. Alguna foto más antigua del Cristo de la Caridad conservaba y que me autorizó a publicar en alguno de los folletos que se editan para sus fiestas.
Fue un hombre amable que siempre ofrecía su colección a los investigadores, tuve la suerte de poder hablar con él en varios mercadillos de la Academia.

Virgen de la Piedad - Colección Luis Alba 

Virgen de la Piedad - Colección Luis Alba 



viernes, 15 de mayo de 2020

Coplillas a San Isidro Labrador, según se cantan en el pueblo de Domingo Pérez para pedir la lluvia



Recopilamos y recuperamos esta extensa colección de coplillas a San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, según se cantan en el pueblo de Domingo Pérez para pedir la lluvia. Su autor según la fotocopia de un texto mecanografiado que nos han facilitado es Francisco Colino Jiménez y están fechadas en abril de 1950.
Acompaño las coplillas de un extenso reportaje fotográfico que realicé a la imagen de San Isidro de Domingo Pérez en abril de 2015, una de estas fotos se edito como estampa por la parroquia domingoperana.


San Isidro Labrador
Patrón de los campesinos
que llueva sobre los campos
de corazón te pedimos.

Agua San Isidro
con fe te pedimos
si no nos la mandas
estamos perdidos.

Tu que proteges los campos
y toda clase de plantas
sálvanos esta cosecha
que nos hace mucha falta.


Danos agua San Isidro
con ansia te lo pedimos
estos pobres labradores
que a tus pies están rendidos.

Solo tu Santo Patrón
con tu poder sacrosanto
puedes calmar nuestra angustia
mojándonos bien el campo.

De nada nos servirá
tanto trabajo y sudor
si no nos tiendes tu mano
querido y santo, Patrón.


Subiste a los altares
por tus milagros sublimes
y nosotros te rezamos
para que no nos olvides.

Este pueblo San Isidro
compró tu imagen bendita
para que cuides del campo
dando lo que necesita.


Querido y Santo Patrón
calma pronto nuestras ansias
y mándanos para el campo
las aguas en abundancia.

Si no nos mandas el agua
Señor de tantas bondades
el dolor y la miseria
reinará en nuestros hogares.

Tu serás Santo Patrón
si me das lo que te pido,
con nuestra Virgen del Prado,
por mi alma preferido.


Esta sequia tan grande
que con los campos se ensaña
si tu no acabas con ella
será la ruina de España.

Mándanos el agua pronto
te lo pedimos a gritos
y con ella nos darás
el pan para nuestros hijos.


¡Oh! Piadoso San Isidro
ten compasión y piedad
de estos pobres labradores
que bajo tu amparo están.

Tu que los campos arabas
cuando eras carne mortal
sabes el sudor que cuesta
una cosecha criar.


Aquí nos tienes a todos
implorando tu piedad
y a pedirte San Isidro
remedio para este mal.

Los trigos y las cebadas
están secos y marchitos
solo esta su salvación
en San Isidro bendito.


Nuestras culpas y pecados
merecen este tormento
perdónanos San Isidro
y manda el agua al momento.

Este pueblo tan cristiano
con orgullo lo decimos
en nuestras necesidades
a vosotros acudimos.

Adiós mi Santo Bendito
escucha nuestra oración
y tú que todo lo puedes
mándanos la salvación.

jueves, 14 de mayo de 2020

El ataque de Miramamolín; los almohades atacan Santa Olalla y Escalona, combaten en Maqueda y llegan hasta Toledo

Consecuencia de las ofensivas almohades que tuvieron lugar en 1195, fue la batalla de Alarcos. El rey Alfonso VIII, entró en batalla sin esperar los refuerzos prometidos por el resto de reinos peninsulares, estuvo a punto de fallecer y tuvo que retirarse a Toledo por lo que quedó al mando don Diego López de Haro, personaje vinculado a la casa señorial de Santa Olalla. La derrota fue inevitable, pero algunos acusaron a don Diego de permitir la derrota por ciertos recelos con el rey.


Tras la derrota de Alarcos, la frontera castellano-andalusí paso de Sierra Morena a los Montes de Toledo, quedando expuestas al ataque musulmán estas tierras toledanas. Así sucedió en el verano de 1196 cuando el célebre caudillo almohade Muhammád ben-Yacúb, conocido en las crónicas cristianas como Miramamolín, va desde Andalucía a Toledo tomando diversos lugares a su paso. Atacó Santa Olalla, protegida en aquellos siglos de una cerca o muralla. Combatió en Maqueda y llegó a las inmediaciones de Toledo, no obteniendo ningún resultado.

La crónica cristiana decía "Priso el rey de Marruecos a Montánchez, e Santa Cruz, e Trugiello, e Placencia, e vinieron por Talavera, e cortaron el Olivar, e Olmos, Santa Olalla, e Escalona e lidiaron Maqueda, e no la prisieron, e vinieron cercar Toledo, e cortaron las viñas, e los árboles, e duraron y X días en el mes de junio".[1]

“Miramamolín entró por tierra de cristianos destruyendo pueblos y cautivando gentes. Ganó a Montánchez, Santa Cruz, Trujillo, Plasencia y Escalona con todos los lugares que topaba sin dejar cosa con vida. Combatió vigorosamente a Talavera, a Santa Olalla, a Maqueda y por fin a Toledo misma pero no pudo rendirla por la valerosa defensa de sus moradores. Con todo regresó a las Andalucías cargado de riquezas, ganados y cautivos”.[2]

Al año siguiente, los musulmanes repitieron las acciones bélicas, pero el resultado fue el mismo, firmando además en ese año 1197 unas treguas de paz, que acabarían con el peligro constante que habían supuesto para Santa Olalla y su entornos estas incursiones almohades.


Definitivamente en peligro árabe terminó para estas tierras el 16 de julio de 1212 con la victoria de las Navas de Tolosa. Al tenerse noticia de la preparación de una nueva ofensiva almohade, Alfonso VIII, después de haber fraguado diferentes alianzas con la mayoría de los reinos cristianos peninsulares, con la mediación del Papa, y tras finalizar las distintas treguas mantenidas con los musulmanes, decide preparar un gran encuentro con las tropas almohades que venían dirigidas por el califa Miramamolín. El rey buscaba desde hacía tiempo este encuentro para desquitarse de la grave derrota de Alarcos.[3]



[1] BERGANZA, Francisco de: Antigüedades de España propugnadas en las noticias de sus reyes, Volumen 2. (Imp. Francisco del Hierro. Madrid, 1721). Pág. 572.

[2] ORTIZ Y SANZ, José: Historia general de España, Volumen 3. Tercera edición. (Imprenta de don Alejandro Gómez Fuentenebro. Madrid, 1846). Pág. 316.

[3] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Dieciséis de Julio: Orígenes, historia, leyenda, tradición y devoción del Santísimo Cristo de la Caridad de Santa Olalla, en el Octavo Centenario de la Fiesta del 16 de julio (1212–1598–2012). (Ediciones Andante. Santa Olalla, 2012). Pág. 8.

domingo, 3 de mayo de 2020

Una cita de Urabayen a Santa Olalla


“Podemos ir a Santa Olalla, a olfatear el rastro erudito de fray Cristóbal de Fonseca, probable autor del falso Quijote”.[1]
Félix Urabayen, 1928

Félix Urabayen (Ulzurrun, Navarra, 1883 - Madrid, 1943) fue un periodista, escritor y político español de la Generación del 14. Fue amigo del pedagogo Luis Bello, también colaborador del periodico El Sol, con quien recorrió los pueblos de la provincia de Toledo.



[1] URABAYEN GUINDO, Félix: Por los senderos del mundo creyente, (Espasa-Calpe. Madrid, 1928). Pág. 220.