martes, 10 de diciembre de 2024

Al Nacimiento - Un villancico del poeta eulaliense Alonso Palomino

 

Adoración de los pastores - Luis Tristán (c. 1620)

En estos días de adviento recupero este villancico compuesto por el poeta eulaliense Alonso Palomino[1] (Santa Olalla, 1573 - Mentrida, 1637)[2]. “Al Nacimiento” es la composición 33 de su compilación poética “Jardín del Alma”[3].

 

Villancico «Al Nacimiento»

 

Salta Andrés, salta y veras

¿Qué veré? dímelo tú

Mil soles, Ángeles mil

¿Y qué más?

Vuelto el diciembre en abril

y más si quisieres más.

Veras la luz y alegría

que ya no cabe en el cielo

veras la gloria en suelo

y vuelta la noche en día,

al infante de María

puesto en el heno y la paja

veras danzar una baja

a los ángeles cantar.

 

¿Y qué más?

Vuelto el diciembre en abril

y más si quisieres más.

En unas pobres mantillas

veras escondido un rey

y puesto al lado de un buey

al pastor de las cabrillas,

fiestas no son maravillas

Andrés para que se asombre

veras a Dios hecho hombre

y a sus ángeles veras.

 

¿Y qué más?

Vuelto el diciembre en abril

y más si quisieres más.

Veras el cielo desecho

y hecho cielo de un portal

en él un sol, un zagal

a quien da el aurora el pecho,

y en un pesebrillo estrecho

el bien que al impíreo cifra

luz aunque en tiniebla estas.

 

¿Y qué más?

Vuelto el diciembre en abril

y más si quisieres más.



[1] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Retazos Eulalienses, una selección de artículos del Blog Eulaliense sobre la villa de Santa Olalla. (Eulaliense. Graficas Lagomar. Santa Olalla, 2023). Pág. 39.

[2] MADROÑAL DURÁN, Abraham: Alonso Palomino y Juan Ruiz de Santa María, dos poetas toledanos del tiempo de Lope de Vega (con un vejamen inédito). Toletum, 35. (Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Toledo, 1998). Págs. de 153 a 187.

[3] Real Academia de la Lengua: Jardín del Alma de Alonso Palomino. Col. Antonio Rodríguez Moñino, ms. 6214.

jueves, 5 de diciembre de 2024

Retablo de la Virgen del Rosario, un retablo barroco de 1756 de la iglesia de San Julián


Retablo de Ntra. Sra. del Rosario

La Virgen del Rosario es venerada en la iglesia de San Julián de Santa Olalla en un magnifico retablo barroco de autor desconocido y fechado en 1756. Está situado en la cabecera del templo junto al presbiterio, en la nave del evangelio, en el intradós de un arco de medio punto y cerrando el paso a uno de los ábsides laterales. Curiosamente este ábside semicircular tiene en su interior un pozo con brocal de ladrillo.

Pozo de San Julián, cubierto con una lapida de pizarra

Según las dos inscripciones realizadas en el interior del retablo fue elaborado en el «Año de 1756» y también aparecen unas iniciales superpuestas que interpretamos con ciertas dudas como «TA». Estas dos inscripciones se encuentran pintadas con óleo sobre dos maderos de sujeción del retablo.


Describimos a continuación este retablo de estilo barroco profusamente tallado, policromado y dorado. La mesa de altar tiene en su centro una cruz laureada con ocho puntas, está flanqueada por un marco con decoración de hojarasca y dos pilares encastrados en la mesa y decorados con hojas de acanto.

El banco se reduce a unas repisas de hojarasca y unas gradas sobre las que se abre, ya en el cuerpo principal, una hornacina dentro de un arco con tres lóbulos yuxtapuestos. En ella está la imagen de la Virgen y a cada lado del hueco dos columnas salomónicas enrolladas con sarmientos, hojas de parra y voluminosos racimos de uvas. Las columnas apoyan sobre unas peanas con decoración vegetal.

El último cuerpo o ático del retablo tiene forma de medio punto, todo el espacio aparece cubierto de decoración vegetal, en su centro un óleo sobre tabla de forma ovalada, con la imagen de San Lorenzo.

En el remate del retablo destaca una corona que, únicamente unida por su parte trasera, vuela sobre todo el conjunto.

La imagen titular del retablo es una talla de madera de Nuestra Señora del Rosario del siglo XVI. La Virgen viste túnica granate con pequeñas flores doradas y manto azul oscuro con estrellas doradas. El pelo cae suelto por los hombros, entre las manos sostiene un rosario de filigrana y cuentas de nácar y también suele lucir una corona de orfebrería. Según hemos podido recoger de diversos testimonios, esta talla era venerada hasta principios del siglo XX en un oratorio privado de una casa de Santa Olalla, propiedad de la familia Urtiaga de Vivar, antigua familia hidalga santaolallera y de linaje mozárabe. Desconocemos por tanto la imagen que originalmente se veneró en este retablo.

En cuanto a la pintura de San Lorenzo,[1] se trata de una pintura al óleo de forma ovalada, pero lo que la hace especial es su soporte, está pintada sobre tabla, o tablas de madera ensambladas. Sobre un paisaje rocoso con pequeñas plantas al fondo y un cielo abierto entre nubes y rayos, encontramos la figura de San Lorenzo, diacono y mártir, en su mano derecha sostiene la palma del martirio y con la izquierda sujeta una gran parrilla, el atributo más representativo de este santo, pues en su martirio fue quemado vivo sobre ella. El joven San Lorenzo viste sobrepelliz blanca y sobre ella una hermosa dalmática roja.

La elección de este santo no es casual ya que bajo este retablo mando ser enterrado el presbítero de Santa Olalla don Lorenzo de Guzmán. Posiblemente él fue promotor y costeó la obra bajo la que quiso ser enterrado, como así sucedió tres años después, al fallecer el 8 de agosto de 1759.[2] Datos que se pueden corroborar en su testamentaria que incluye carta de últimas voluntades, fundación de capellanías y memorias en su nombre, inventario muy detallado de todos sus bienes, subasta de los mismos y cuentas relativas a todo el proceso.[3]



[1] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Retazos Eulalienses, una selección de artículos del Blog Eulaliense sobre la villa

de Santa Olalla. (Eulaliense. Graficas Lagomar. Santa Olalla, 2023). Pág. 327.

[2] Archivo Parroquial de Santa Olalla: Libro 5º de defunciones de San Julián, (de 1750 a 1796). APSO/9.

[3] Archivo Parroquial de Santa Olalla: Testamentaria de don Lorenzo de Guzmán, presbítero que fue de esta villa. Año 1761. APSO/116/SJ.

lunes, 2 de diciembre de 2024

Vitrina Cero - Báscula y tallímetro

Báscula y tallímetro

En la Colección etnográfica de Santa Olalla se conserva la última báscula y tallímetro que usó el Ayuntamiento de Santa Olalla para tallar a los quintos. Aquellos hombres que debían hacer el Servicio Militar Obligatorio, la Mili, para incorporarse temporalmente al ejército como soldados de reemplazo. Durante siglos y hasta el último sorteo, llevado a cabo en el año 2000, los quitos, jóvenes que cumplían su mayoría de edad, previamente a su incorporación debían tallarse, algo que solía hacerse en el Ayuntamiento. En el año 2022 se restauró y se incorporó este elemento a la colección.

Número de inventario: SO/57

Datación: Primera mitad del siglo XX

Contexto histórico: Edad Contemporánea

Materia: Metales y otros

Técnica: Industrial

Origen: Ayuntamiento de Santa Olalla

Bibliografía: Josué López Muñoz

domingo, 1 de diciembre de 2024

El Capitel de Los Guzmanes, pieza heráldica del siglo XV, ya está restaurado y expuesto en Santa Olalla

El Ayuntamiento de Santa Olalla ha celebrado su IX Jornada de Historia y Patrimonio de Santa Olalla y su Tierra, unas jornadas históricas y culturales de las más consolidadas y reputadas de la provincia, por la solvencia de los distintos ponentes que han sido invitados a ellas a lo largo de estos nueve años. Este 2024 el núcleo de la jornada era una interesante conferencia sobre Luis Tristán, coincidiendo con el IV Centenario de su muerte y la coincidencia de que una de sus grandes obras “La Inmaculada” esté en una de las iglesias de Santa Olalla. Por primera vez el ponente era un hijo del pueblo, Anastasio Gómez Hidalgo, doctor en derecho y ecónomo diocesano, el alcalde Pedro Congosto al finalizar su intervención le hizo entrega de unas Piedras del Portazgo en cerámica, un símbolo local que en su versión cerámica es entregado a los participantes en actos culturales.

La parte patrimonial de la jornada que dirige el concejal de cultura y también académico de la RABACHT, Josué López Muñoz, hizo balance del proyecto de difusión “Vitrina Cero” que pretende ir descubriendo, estudiando y difundiendo las distintas piezas históricas y arqueológicas que posee el Ayuntamiento de Santa Olalla.

Por último se inauguró, dentro de la Exposición Permanente, su última incorporación “El Capitel de Los Guzmanes” donado al Ayuntamiento por los vecinos José Pedro Hierro y Nuria Torres. Un impresionante capitel gótico, del siglo XV, de piedra caliza que contiene dos escudos heráldicos sustentados por cuatro ángeles tenantes. José Pedro explicó como el capitel llegó a ellos, a través de varias generaciones, Nuria Torres, su mujer, lo describió con enorme precisión, el restaurador Javier Peces explicó los trabajos de limpieza y consolidación que ha tenido que llevar a cabo para su correcta exposición, el alcalde agradeció lo que los donantes y otras familias están haciendo para lograr tener esta exposición permanente “nuestro museo” tan relevante y completa para la historia local, además de agradecer a la familia Gutiérrez del Cerro la donación de la moderna vitrina expositora de piedra. Y por último el concejal de cultura, Josué López, aseguró que el capitel perteneció a la Casa Fuerte de los Guzmán en esta villa, reflejándose en él las heráldicas de los señores de Santa Olalla Alvar Pérez de Guzmán fallecido en 1433 y doña Beatriz de Silva, entre ambos escudos la curiosa figura de un conejo que claramente se identifica como símbolo de fertilidad.









domingo, 24 de noviembre de 2024

La Inmaculada de Tristán de Santa Olalla

Inmaculada de Tristán
Iglesia de San Julián de Santa Olalla
Foto: David Blázquez

El lienzo de la Inmaculada Concepción conocido, en tiempos, con el sobrenombre de "Tota Pulchra Est"[1] es sin duda la obra de caballete más importante de cuantas se conservan en la iglesia de San Julián de Santa Olalla.[2]

Esta Inmaculada es obra de Luis Tristán (Toledo, 1585 - Ídem, 1624), uno de los discípulos oficiales de El Greco, considerado por muchos como el principal discípulo del pintor toledano por encima incluso de su propio hijo, Jorge Manuel Theotocópuli. El influjo de El Greco se manifiesta en determinados aspectos estilísticos e iconográficos de su obra, que se sitúa en la fase de transición entre el manierismo final y el barroco.

Posible autorretrato de Luis Tristan
Museo del Greco - Toledo

El estudioso de la obra del Greco y sus discípulos, Manuel Bartolomé Cossío dijo de Luis Tristán: "ha pasado este pintor, y todavía pasa en la opinión vulgar, por una especie de segundo Greco, y hasta, muchas veces, superior a éste mismo. Discípulo predilecto suyo, ejecutor, por recomendación del maestro, de aquellos encargos importantes, que éste no quería o no podía llevar a cabo”.[3]

Nuestra obra hay que fecharla en el primer cuarto del siglo XVII, muy posiblemente en torno al año 1621.[4] El primer documento en el que aparece es mucho más tardío, ya que no encontramos referencia alguna a esta pintura hasta un inventario de 1696.[5] Se trata de un inventario elaborado el 5 de octubre de 1696 durante la estancia en la parroquia de San Julián del visitador Pedro Gracián.

Coincide su ejecución con el voto que Santa Olalla hizo a la Inmaculada Concepción y que se firmó en la iglesia de San Julián el 2 de febrero de 1621.[6] Este voto se realizó en presencia de los Condes de Orgaz don Esteban Hurtado de Mendoza y Guzmán y doña Catalina de Rivera y Mendoza, juntó con el clero, justicias, regimiento y vecinos de Santa Olalla. También estuvo presente el tío del conde, don Francisco Hurtado de Mendoza y Ribera, en esos momentos Obispo de Pamplona.

Posible autorretrato de Luis Tristán
Museo del Prado - Madrid

Su ubicación original dentro de la iglesia de San Julián fue el pilar frente al pulpito, en ese lugar se encontraba en 1696 según el inventario y allí estuvo hasta 1995 momento en que se reorganizaron las pinturas de esta iglesia. Actualmente está en el bajo coro tras la pila bautismal.

Está elaborado en óleo sobre lienzo, mide 167 por 111 cm. y posé un marco barroco de época, de madera negra con apliques de relieves vegetales tallados y dorados.

La Virgen aparece de pie, en actitud orante, con la mirada hacia el cielo, coronada por estrellas, con el pelo suelto y ondulado sobre sus hombros, se apoya sobre una media luna. Su postura anatómica, que aparece resuelta en vertical con suaves ondulaciones en su perfil, debido a la sinuosidad del manto que la envuelve. En su túnica roja y manto azul, aparecen pliegues entre los cuales el artista ha dispuesto espacios en sombras que, contrapuestos a otros plenos de luz, señalan un intenso movimiento expresivo en su disposición corporal.

La imagen de la Virgen aparece rodeada de nubes que se abren de forma ovalada, dejando tras de la Inmaculada una luz dorada y celestial. Entre las nubes ángeles y multitud de querubines, todos dirigen su mirada a María en señal de adoración, los dos más grandes representados de media figura vestidos de rojo y verde, tienen sus alas desplegadas y sus manos en posición orante.

A sus pies un paisaje en el que se colocan con cierta verosimilitud numerosos atributos de las letanías. Estos elementos simbólicos son: la puerta, la escalera, la palmera, el árbol, el ciprés, el sol, la torre, la ciudad, el vellocino, el jardín, la fuente, la serpiente (no es un símbolo de las letanías, sino de la victoria sobre el pecado), el lirio, las rosas, las azucenas, el pozo, el espejo, la zarza en llamas, el barco (en forma de galera), la casa, el monte, el cedro y el templo.



 Ya en 1939 después de la Guerra Civil es catalogada como obra de Luis Tristán, pero su atribución definitiva fue confirmada en 1993 por Fernando Collar de Cáceres (profesor de la Universidad Autónoma de Madrid)[7] y en 2001 por Alfonso Emilio Pérez Sánchez (Ex director del Museo del Prado; Miembro de la Real Academia de la Historia; y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando)[8].

En palabras de Fernando Collar de Cáceres: “En la iglesia de San Julián de la localidad toledana de Santa Olalla se conserva un notable lienzo de la Inmaculada, dotado de marco barroco y afectado de graves desgarros y burdas reintegraciones, que debe atribuirse sin reservas a Luis Tristán, a cuyo modelo del Museo de Bellas Artes de Sevilla responde por entero, con variaciones que en nada alteran el planteamiento general de la composición, y cuya particular factura y sentido del color exhibe en igual grado”.[9]

Existen otras versiones de Luis Tristán de nuestra obra, la más destacada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, las medidas de nuestro lienzo coinciden con las del lienzo sevillano, a nuestra obra se la considera posterior a la versión de Sevilla, a la que aventaja en el paisaje situado a los pies de la Virgen y en la colocación sobre él del enorme conjunto de elementos simbólicos que se representan. Una tercera pintura de la misma composición fue localizada hace tiempo en una colección de Cataluña y fue subastada en Madrid por la Casa de Subastas Ansorena el 28 de febrero de 2019[10], esta versión es más reducida y simplificada, el artista ha suprimido los ángeles que aparecen adorando a María, los símbolos marianos y ha simplificado el paisaje. Otras dos obras más se han localizado con este tema, aunque en este caso se trata de dos obras de taller: una para la iglesia de Santo Tomé de Toledo, de pequeño tamaño; y otra para el convento de carmelita de San José, también de la capital regional.

La calidad del paisaje de nuestro cuadro, superior a las demás representaciones, ha hecho pensar a algunos estudiosos en la posible participación en él de Manuel de Acebedo, pintor de origen portugués, experto paisajista y cuñado de Tristán al estar casado con la hermana menor de este Úrsula Tristán.

Tras su certificación como obra de Tristán, el lienzo fue restaurado entre 1994 y 1997 por el Instituto del Patrimonio Cultural de España[11] por las restauradoras María del Carmen Casas Ramos y Rocío Salas Almela. En 2005 participó en Toledo en la exposición “La Mujer vestida de Sol” organizada por el Arzobispado de Toledo y donde se reunieron numerosas piezas sobre la Inmaculada de las parroquias de la archidiócesis. En 2016 estuvo prestada al Museo del Greco que la expuso durante varios meses como su pieza invitada. Hecho que tuvo gran repercusión en la prensa provincial[12] así como la conferencia “El Greco, Tristán y la villa de Santa Olalla” que tuve la oportunidad de dar en el museo para despedir el préstamo de la pieza[13]. Coincidiendo con la conmemoración del IV Centenario de la muerte de Luis Tristán esta obra participó, en noviembre de 2024, en la exposición «Luis Tristán, excelente pintor de historias» en la localidad de Yepes (Toledo), exposición comisariada por Luis Alberto Pérez Velarde, conservador del Museo Sorolla de Madrid y anterior conservador del Museo del Greco de Toledo, organizada por el Ayuntamiento de Yepes y la Diputación Provincial de Toledo.

Inmaculada de Tristán
Antes de su restauración en 1997

No quiero despedir este capítulo sobre Tristán sin contar una anécdota del año 1613, que me ha llamado especialmente la atención pese a que cae dentro del campo de la leyenda. Esta anécdota sobre Tristán y El Greco nos la cuenta el pintor y tratadista de pintura Antonio Palomino:

“Estando en casa de su maestro se le ofreció a éste pintar un cuadro de la cena de Cristo Señor Nuestro para el refectorio del Convento de la Sisla, extramuros de la ciudad de Toledo, y los religiosos querían que fuese allí a pintarlo; y no pudiendo darles ese gusto, por hallarse ya muy anciano e impedido, les dijo que allí tenía un muchacho de toda su satisfacción que lo desempañaría muy bien y las daría todo el gusto. Aceptaron los religiosos y fue Luis Tristán y ejecutó dicho cuadro muy a satisfacción de toda la comunidad: pero llegando al precio, dijo que no lo podía dar por menos de doscientos ducados; los religiosos se escandalizaron y acudieron al maestro para que mediase. Él hizo que buscasen un coche para ir allá, como con efecto fue, y habiendo visto el cuadro comenzó a dar palos a Tristán con la muleta, diciendo que era un pícaro, deshora de los pintores, que como había pedido doscientos ducados por aquella pintura, que bien se conocía su poco talento, que la enrollase y se la llevase a Toledo; pues no la habría de dejar aunque le diesen quinientos ducados por ella. Los religiosos, que al principios entendieron le reñía por lo mucho que había pedido, se quedaron yertos cuando oyeron el final de la cuestión, y después de muchos debates, le hubieron de dar lo que quiso; cierto que es un excelentísimo cuadro”.[14]



[1] Fue catalogada con este nombre en la exposición “La Mujer vestida de Sol” organizada por el Arzobispado de Toledo en 2005.

[2] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: El Greco y Santa Olalla, (Ediciones Andante. Santa Olalla, 2014). Pág. 40.

[3] COSSÍO, Manuel Bartolomé: El Greco. (Madrid, 1980). Pág. 242.

[4] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Retazos Eulalienses, una selección de artículos del Blog Eulaliense sobre la villa de Santa Olalla. (Eulaliense. Graficas Lagomar. Santa Olalla, 2023). Pág. 185.

[5] ARCHIVO PARROQUIAL DE SANTA OLALLA: Libro 2º de fábrica de la Parroquia de San Julián, 14/APSO; (de 1662 a 1730).

[6] ARCHIVO MUNICIPAL DE SANTA OLALLA: Voto de Santa Olalla a la Inmaculada Concepción; SO 106/18 (1621).

[7] COLLAR DE CACERES, Fernando: Aportaciones a la obra de Luis Tristán. (Anuario del Departamento de Historia y Arte, Universidad Autónoma de Madrid. Madrid, 1993). Págs. 105 -110.

[8] PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso Emilio y NAVARRETE PRIETO, Benito: Luis Tristán. (Fundación Toledo-BBVA. Madrid, 2001). Pág. 208. En el Catalogo de obras de Luis Tristán que elabora el autor, aparece con el número 40.

[9] COLLAR DE CACERES, Fernando: Aportaciones a la obra de Luis Tristán. (Anuario del Departamento de Historia y Arte, Universidad Autónoma de Madrid. Madrid, 1993). Pág. 106.

[10] Ansorena: Catalogo de la Subasta 391, (Madrid, 28 de febrero y 1 de marzo de 2019). Lote 84. Pág. 36.

[11] Instituto del Patrimonio Cultural de España: Informe de restauración de la "Inmaculada" de Luis Tristán, procedente de la parroquia de Santa Olalla (Toledo). Sig. BM 205/20; Sig. digital R02463T y R02463F. (Dirección General de Bellas Artes. Madrid, 1997).

[12] La Tribuna de Toledo: Santa Olalla expone su Tristán en el Museo del Greco. (Toledo, 8 de marzo de 2016).

[13] ABC: Santa Olalla, El Greco y Tristán, (Toledo, 12 de mayo de 2016). II. La Tribuna de Toledo: El Griego lengua de unión con Santa Olalla, (Toledo, 12 de mayo de 2016).

[14] PALOMINO Y VELASCO, Antonio: El museo pictórico y escala óptica con el parnaso español pintoresco laureado. Madrid, 1715-1724. (Ed. Aguilar; Madrid, 1947).  Pág. 866. Cita tomada de PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso Emilio y NAVARRETE PRIETO, Benito: Luis Tristán. (Fundación Toledo-BBVA. Madrid, 2001). Pág. 25.

Inmaculada de Tristán
Museo de Bellas Artes de Sevilla


Inmaculada de Tristán
Colección particular toledana
Foto: David Blázquez

Inmaculada del Taller de Tristán
Parroquia de Santo Tomé - Toledo

Inmaculada del Taller de Tristan, con su marco
Parroquia de Santo Tomé - Toledo