sábado, 8 de febrero de 2025

Vitrina Cero - Cimacio visigodo


Cimacio visigodo

El cimacio de época visigodo de la colección municipal de Santa Olalla es un elemento arquitectónico que tiene como fin rematar el capitel de una columna.

Tallado en piedra de mármol blanco, en todos sus contornos laterales esta tallada una moldura con cenefa de repetición formado lóbulos o arquillos apuntados. Consideramos que este cimacio pudo pertenecer a la primitiva iglesia de Santa Eulalia en torno a la cual se conformó el pueblo de Santa Olalla y que lo dio nombre.

Número de inventario: SO/55

Datación: Siglos VI-VII

Contexto histórico: Etapa visigoda

Materia: Piedra de mármol

Técnica: Tallado y pulido

Origen: Donación Familia Hormigos-Ortiz

Bibliografía: Josué López Muñoz

viernes, 7 de febrero de 2025

La Inmaculada de Tristán del Museo de Bellas Artes de Sevilla

 

Tras haber estudiado la magnífica Inmaculada de Luis Tristán de la Iglesia de San Julián de Santa Olalla,[1] fechada en torno a 1621, y su versión algo más pequeña perteneciente a una colección particular,[2] quiero en este nuevo artículo estudiar la Inmaculada de Tristán que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Pese a sus evidentes diferencias, la versión sevillana, es la más similar en medidas y composición al lienzo de Santa Olalla.

La obra que queremos estudiar habitualmente se encuentra en los almacenes del museo sevillano, pero con motivo del cuarto centenario de la muerte de Luis Tristán la obra ha sido restaurada y expuesta en 2025 junto a otras cuatro obras del pintor toledano procedentes de sus propias colecciones. Se trata de los todos de San Luis obispo de Tolosa, San Antonio de Padua, San Bernardino de Siena y San Diego de Alcalá, originarios del convento sevillano de San Buenaventura.[3]

El pintor Luis Tristán (Toledo, 1585 - Ídem, 1624), fue el discípulo más destacado de El Greco, Domenico Theotocopouli (Candía, 1541 – Toledo, 1614), y mantuvo una larga amistad con su hijo Jorge Manuel Theotocopouli (Toledo, 1578 - Ídem, 1631), cuyo retrato firmado por el maestro cretense es una de las joyas del Bellas Artes de Sevilla. Tras morir su maestro se convirtió en el pintor más afamado de su ciudad.

Tristán visitó Sevilla según se desprende de sus anotaciones en un ejemplar del libro de las 'Vidas' de Vasari, (Las vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos; en italiano: Le vite de' più eccellenti pittori, scultori e architettori), que fue de su propiedad tras haber pertenecido al Greco. Esta posible estancia facilitaría la llegada de sus obras en la capital hispalense, donde se conservan algunas de ellas, como La Trinidad, firmada en 1624, en la catedral. Los cuatro lienzos circulares -tondos- ya mencionados procedentes del convento de san Buenaventura. Discípulo suyo fue el pintor de bodegones Pedro de Camprobín (Almagro, 1605 - Sevilla, 1674) conocido miembro de la escuela sevillana.

La expresividad de sus figuras, su pincelada decidida y el vivo colorido al que recurre nos recuerdan a la obra de su maestro. En su estilo también influyen las novedades de Italia, donde triunfaba el naturalismo tenebrista, conocido por el artista durante su estancia en aquel país. La presencia de obras y pintores italianos que, al inicio del siglo XVII, llegaron a España contribuyeron a reforzar este rasgo.

La Inmaculada Concepción está considerada una de sus representaciones marianas más relevantes. La Inmaculada de Tristán del Museo de Bellas Artes de Sevilla tiene una procedencia desconocida y sabemos que ingresó en el Museo en 1960 gracias al legado testamentario de Juan de la Cámara Urzáiz.

Inmaculada de Tristán
Museo de Bellas Artes de Sevilla
Antes de su restauración

El proceso de restauración de la Inmaculada ha permitido recuperar el vibrante colorido original de la pintura, en gran parte oscurecida por la oxidación de los barnices superficiales. La limpieza ha dejado de nuevo al descubierto la cuidada luz dorada que envuelve a la Virgen, en la que el vistoso color carmín de la túnica resalta especialmente. Durante el estudio técnico-científico de la obra, mediante rayos X y análisis estratigráficos de pigmentos, han aparecido interesantes evidencias de la presencia de figuras orantes en la parte inferior derecha de la composición cubiertas en la actualidad por un repinte antiguo de un templete y vegetación que imita el paisaje del lado opuesto.[4]

La Virgen aparece de pie, en actitud orante, con la mirada hacia el cielo, coronada por estrellas, con el pelo suelto y ondulado sobre sus hombros, se apoya sobre una media luna. Su postura anatómica, que aparece resuelta en vertical con suaves ondulaciones en su perfil, debido a la sinuosidad del manto que la envuelve. En su túnica roja y manto azul, aparecen pliegues entre los cuales el artista ha dispuesto espacios en sombras que, contrapuestos a otros plenos de luz, señalan un intenso movimiento expresivo en su disposición corporal.

La imagen de la Virgen aparece rodeada de nubes que se abren de forma ovalada, dejando tras de la Inmaculada una luz dorada y celestial. Entre las nubes ángeles y multitud de querubines, todos dirigen su mirada a María en señal de adoración, los dos más grandes representados de media figura vestidos de verde, tienen sus alas desplegadas y sus manos en posición orante.

Detalle del rostro

A sus pies un paisaje en el que se colocan con cierta verosimilitud numerosos atributos de las letanías. Estos elementos simbólicos son: la puerta, la palmera, el árbol, el ciprés, la torre, la ciudad, la fuente, la serpiente (no es un símbolo de las letanías, sino de la victoria sobre el pecado), las rosas, las azucenas, el pozo, el espejo, el barco, el monte, y el templo.

Detalle de un ángel

Estos elementos se concentran en el lado izquierdo del cuadro, ya que según hemos dicho la reciente restauración ha permitido descubrir que el lado derecho estaba ocupado las figuras de dos donantes, en posición orante, cubiertas en la actualidad por un repinte antiguo de un templete circular de estilo clasicista y vegetación que imita el paisaje del lado opuesto.



[1] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Retazos Eulalienses, una selección de artículos del Blog Eulaliense sobre la villa de Santa Olalla. (Eulaliense. Graficas Lagomar. Santa Olalla, 2023). Pág. 185.

miércoles, 5 de febrero de 2025

Voto de Santa Olalla a la Inmaculada - Un recorte de prensa firmado por Ángel Ballesteros


            Recupero este recorte de prensa del Diario Ya, de la década de 1970 en el que el profesor y académico don Ángel Ballesteros recoge a modo de efeméride el voto que Santa Olalla hizo a la Inmaculada Concepción en 1621.

«2 de febrero de 1621: Santa Olalla pronuncia el voto de la Inmaculada Concepción. - Los sermones del padre Aliaga en Andalucía, sermones en los que defendía que la Virgen no era inmaculada, causaron una reacción en toda España a favor de la Inmaculada Concepción. El 2 de febrero, en Santa Olalla, "don Esteban Hurtado de Mendoza y Guzmán y doña Catalina de Rivera y Mendoza, condes de Orgaz, junto con el clero, justicias y regimiento y vecinos de Santa Olalla pronuncian el voto de la inmaculada Concepción en la iglesia de San Julián de la Villa". Hasta que en 1854 se proclama esta idea como dogma, hubo grupos a favor y otros en contra. Los dominicos no lo aceptaban y Ramón Llull fue uno de sus grandes defensores. Desde 1218 esta festividad se celebraba en la catedral de Barcelona. Los Reyes Católicos también defendieron y procuraron que se celebrara la festividad de la Concepción.»

Ángel Ballesteros

martes, 4 de febrero de 2025

Por San Blas la cigüeña verás


Termina el ciclo festivo invierno en Santa Olalla con la popular fiesta y romería de San Blas, que pese a ser el 3 febrero en este pueblo celebramos el primer domingo de febrero al no ser festivo local.

El refranero popular también recoge multitud de referencias a San Blas:

"Por San Blas la cigüeña verás, y si no la ves mal año es"
"Por San Blas la cigüeña verás, y si no la vieres año de nieves"
"Por San Blas una hora más"
"Como es San Blas, en Semana Santa y Carnaval"
"Por San Blas ajete, mete uno y sacarás siete"
"Si hiela por San Blas, treinta días más"
"Mocitas a San Blas que fiestas no vienen más"

Comparto con vosotros algunas de las fotos que he podido realizar en la pólvora de la víspera y en el día de San Blas.








Castillos y retablo de pólvora junto a la Iglesia de San Pedro








lunes, 20 de enero de 2025

Por San Sebastián, una hora más


El segundo de los “Santos Frioleros” de Santa Olalla es San Sebastián que celebramos el domingo más cercano al 20 de enero.
El refranero popular también recoge multitud de referencias a San Sebastián:

"De los santos frioleros San Sebastián el primero, 
¡detente varón que el primero es San Antón!"
“El 20 de enero, San Sebastián el primero”
“Por San Sebastián, una hora más”
“Por San Sebastián, un pasito galán”
“San Sebastián saca a las mozas a pasear”
“Por San Sebastián, las calabazas al corral”
“El 20 de enero San Sebastián en cueros y entra el aire por los agujeros”
“Para los Reyes los bueyes, para San Sebastián el gañan”
“Para San Sebastián, conoce los días el gañán y, para los Reyes, los bueyes”
“San Antón mete las mozas en un rincón y San Sebastián las vuelve a sacar”

Comparto con vosotros algunas de las fotos que he podido realizar en esta mañana de enero, en la que se han cumplido los refranes y hemos podido disfrutar de esos primero días algo más largos.


Lienzo aderido al estandarte de San Sebastián


sábado, 18 de enero de 2025

La foto más antigua de San Sebastián, una imagen centenaria de la fiesta del santo en Santa Olalla

 

Gracias a mi compañera Eva Rodríguez Rodríguez he tenido acceso a esta fotografía antigua que conservan en su familia y que captura un momento de la fiesta de San Sebastián.

Hasta la fecha, es la más antigua imagen que conocemos de esta fiesta y de este santo, la sencillez de su fiesta ha hecho que no abunden fotografías antiguas de ella, pero como el que busca haya al fin hemos podido dar con una foto antigua con una belleza especial.

Se trata de una foto centenaria que nos muestra la imagen de San Sebastián sobre sus pequeñas andas en la puerta de su ermita, rodeado por hombres jóvenes que entendemos que se disponen a llevarlo en procesión.

La imagen del siglo XVII que muchos atribuyen al entorno de Jorge Manuel Theotocópuli, el hijo del Greco, aparece tal y como hoy la conservamos. Y vemos que la tradición se ha conservado casi inalterable, ya que su tronco aparece adornado con laurel y de él cuelgan con cordones las tradicionales rosquillas, no parecen verse las naranjas. El santo sigue vistiéndose con una banda que cruza su pecho desde el hombro a la cintura, donde se anuda y continúa por las piernas terminando en borlones. También aparecen lazos en cada brazo, que todavía hoy se siguen colocando.

Elementos desaparecidos que aparecen en la foto y que han quedado en desuso son el fajín de la cintura y un importante medallón que pende de un lazo sobre la cinta. La calidad de la foto impide ver la temática del mismo, pero por similitudes con otras imágenes seria habitual que fuera un medallón de la Virgen del Sagrario, muy abundantes en nuestra zona.

viernes, 17 de enero de 2025

Por San Antón, no hay niebla que llegue a las dos

Desde el final de la Navidad hasta el inicio de la cuaresma se suceden en la mayoría de nuestros pueblos una serie de fiestas de marcado carácter popular. Son las conocidas como fiestas de invierno, santos viejos o santos frioleros, en Santa Olalla celebramos tres de los más populares: San Antonio Abad (17 de enero), San Sebastián mártir (20 de enero) y San Blas obispo y mártir (3 de febrero). 
En pueblos vecinos la tradición se extiende a otros santos como San Ildefonso y San Sebastián (La Mata), Santa Brigida (Maqueda), Santa Apolonia (Talavera), Santa Agueda...

El refranero popular recoge multitud de referencias a estas fechas:

"De los santos frioleros San Sebastián el primero, ¡detente varón que el primero es San Antón!"

"Hasta San Antón, Pascuas son"

"Por San Antón busca la perdiz al perdigón"

"Por San Antón, refajo y capa pon"

"Por San Antón, no hay niebla que llegue a las dos"

"Por San Antón, crece el día un pasito de ratón"

También contamos en Santa Olalla con un refrán propio, que he oído decir a muchos de sus 33 hermanos: “San Antón, tres días son”, haciendo referencia a los tres días de actividades que por estatutos tiene la hermandad, los días 16, 17 y 18 de enero, y que siempre van acompañados, para ellos, de una entretenida ronda por los bares. 


Comparto con vosotros algunas de las fotos que he podido realizar en esta soleada mañana de enero, en la que se ha cumplido el refrán: "Por San Antón, no hay niebla que llegue a las dos", ahora habrá que salir al campo para comprobar si "por San Antón busca la perdiz al perdigón".






sábado, 11 de enero de 2025

Retablo de San Antón, un retablo barroco de 1756 de la iglesia de San Julián

 

La imagen de San Antonio Abad, popularmente San Antón, es venerada por su antigua, noble e histórica hermandad de Santa Olalla en un magnifico retablo de la cabecera de la iglesia de San Julián.

Las mismas características del retablo de la Virgen del Rosario[1] reproduce el retablo de San Antón, por lo que sin lugar a dudas consideramos que es del mismo autor y aunque de esta obra no consta la fecha podemos atribuirle sin equivocarnos la misma del otro retablo, es decir 1756.

Ocupa el espacio opuesto a su compañero, está en la cabecera del templo junto al presbiterio, en la nave de la epístola, en el intradós de un arco de medio punto y cerrando el paso al otro de los ábsides laterales. Este ábside de estilo mudéjar que muestra a su exterior un hermoso arco de herradura ciego y el arranque de otro, es el origen de la primitiva iglesia de San Julián.

Describimos a continuación este retablo de estilo barroco profusamente tallado, policromado y dorado. Se diferencia de su compañero en el color, en este de San Antón se ha sustituido el color negro-azulado por un vistoso color rojo.

La mesa de altar tiene en su centro una cruz patada y laureada, está flanqueada por un marco con decoración de hojarasca y dos pilares encastrados en la mesa y decorados con hojas de acanto.

El banco se configura como un breve graderío, unas repisas de hojarasca y unas gradas sobre las que se abre, ya en el cuerpo principal, una hornacina dentro de un arco con tres lóbulos yuxtapuestos. En ella está la imagen del santo titular y a cada lado del hueco dos columnas salomónicas enrolladas con sarmientos, hojas de parra y voluminosos racimos de uvas. Las columnas apoyan sobre unas peanas con decoración vegetal.

El último cuerpo o ático del retablo tiene forma de medio punto, todo el espacio aparece cubierto de decoración vegetal, en su centro un óleo sobre lienzo de forma ovalada, con la imagen de San Antonio de Padua.[2] En este retablo el otro “San Antonio” de gran devoción, aparece representado con uno de los pasajes o milagros más conocidos de la vida de este santo, la aparición del Niño Jesús a San Antonio. El fraile franciscano de origen portugués se encuentra en la soledad de su celda y estando en oración es sorprendido por la visita del Niño Jesús al que acoge en sus brazos, en la mano porta otro de sus atributos tradicionales la vara de azucenas o lirios de San Antonio, y sobre la mesa revestida con manteles rojos está un libro cerrado, en el cielo tres cabezas de querubines asisten a este milagro.

En el remate del retablo falta la corona que volaba sobre todo el conjunto.



La imagen titular se eleva dentro de su hornacina sobre una original peana de formas curvadas. La imagen de San Antonio Abad o San Antón es de talla de madera, aparece representado con largas barbas blancas, signo de su edad, vestido de abad con hábito blanco, escapulario y capa marrón, sobre el escapulario la cruz Tau en color verde. En su mano derecha sostiene el báculo de abad y en la izquierda un libro abierto. A sus pies su atributo más identificable, el popular cerdito de San Antón, un pequeño cerdo negro, que aparece adornado con una correa de cuero rojo y cascabeles.



[2] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Retazos Eulalienses, una selección de artículos del Blog Eulaliense sobre la villa de Santa Olalla. (Eulaliense. Lagomar Artes Gráficas. Santa Olalla, 2023). Pág. 257.

sábado, 4 de enero de 2025

Vitrina Cero - Hebilla visigoda

Hebilla visigoda

Hebillas completa de cinturón. Fundición de bronce. En forma de anillo ovalado, con aguja curva en uno de sus extremos, de base escutiforme. La aguja presenta en el talón de su reverso un gancho con el fin de girar sobre el eje de una anilla. Este tipo de piezas son de cronología amplia, entroncan con modelos tardorromanos y se las encuentra desde finales del siglo V hasta el siglo VII.

Número de inventario: SO/42

Datación: Siglo V

Contexto histórico: Etapa visigoda

Materia: Bronce

Técnica: Fundido

Origen: Colección González-Castrejón

Bibliografía: Josué López Muñoz y Francisco Javier de Fuentes Fernández http://ceres.mcu

jueves, 2 de enero de 2025

Cabeceras del Blog Eulaliense

Cada año voy cambiando la imagen de cabecera de este Blog Eulaliense. Después de tantos años de publicaciones en el Blog, desde 2013, tenemos una estupenda colección de imágenes que ha ido recogiendo detalles de pinturas del patrimonio eulaliense.