sábado, 11 de enero de 2025

Retablo de San Antón, un retablo barroco de 1756 de la iglesia de San Julián

 

La imagen de San Antonio Abad, popularmente San Antón, es venerada por su antigua, noble e histórica hermandad de Santa Olalla en un magnifico retablo de la cabecera de la iglesia de San Julián.

Las mismas características del retablo de la Virgen del Rosario[1] reproduce el retablo de San Antón, por lo que sin lugar a dudas consideramos que es del mismo autor y aunque de esta obra no consta la fecha podemos atribuirle sin equivocarnos la misma del otro retablo, es decir 1756.

Ocupa el espacio opuesto a su compañero, está en la cabecera del templo junto al presbiterio, en la nave de la epístola, en el intradós de un arco de medio punto y cerrando el paso al otro de los ábsides laterales. Este ábside de estilo mudéjar que muestra a su exterior un hermoso arco de herradura ciego y el arranque de otro, es el origen de la primitiva iglesia de San Julián.

Describimos a continuación este retablo de estilo barroco profusamente tallado, policromado y dorado. Se diferencia de su compañero en el color, en este de San Antón se ha sustituido el color negro-azulado por un vistoso color rojo.

La mesa de altar tiene en su centro una cruz patada y laureada, está flanqueada por un marco con decoración de hojarasca y dos pilares encastrados en la mesa y decorados con hojas de acanto.

El banco se configura como un breve graderío, unas repisas de hojarasca y unas gradas sobre las que se abre, ya en el cuerpo principal, una hornacina dentro de un arco con tres lóbulos yuxtapuestos. En ella está la imagen del santo titular y a cada lado del hueco dos columnas salomónicas enrolladas con sarmientos, hojas de parra y voluminosos racimos de uvas. Las columnas apoyan sobre unas peanas con decoración vegetal.

El último cuerpo o ático del retablo tiene forma de medio punto, todo el espacio aparece cubierto de decoración vegetal, en su centro un óleo sobre lienzo de forma ovalada, con la imagen de San Antonio de Padua.[2] En este retablo el otro “San Antonio” de gran devoción, aparece representado con uno de los pasajes o milagros más conocidos de la vida de este santo, la aparición del Niño Jesús a San Antonio. El fraile franciscano de origen portugués se encuentra en la soledad de su celda y estando en oración es sorprendido por la visita del Niño Jesús al que acoge en sus brazos, en la mano porta otro de sus atributos tradicionales la vara de azucenas o lirios de San Antonio, y sobre la mesa revestida con manteles rojos está un libro cerrado, en el cielo tres cabezas de querubines asisten a este milagro.

En el remate del retablo falta la corona que volaba sobre todo el conjunto.



La imagen titular se eleva dentro de su hornacina sobre una original peana de formas curvadas. La imagen de San Antonio Abad o San Antón es de talla de madera, aparece representado con largas barbas blancas, signo de su edad, vestido de abad con hábito blanco, escapulario y capa marrón, sobre el escapulario la cruz Tau en color verde. En su mano derecha sostiene el báculo de abad y en la izquierda un libro abierto. A sus pies su atributo más identificable, el popular cerdito de San Antón, un pequeño cerdo negro, que aparece adornado con una correa de cuero rojo y cascabeles.



[2] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Retazos Eulalienses, una selección de artículos del Blog Eulaliense sobre la villa de Santa Olalla. (Eulaliense. Lagomar Artes Gráficas. Santa Olalla, 2023). Pág. 257.

sábado, 4 de enero de 2025

Vitrina Cero - Hebilla visigoda

Hebilla visigoda

Hebillas completa de cinturón. Fundición de bronce. En forma de anillo ovalado, con aguja curva en uno de sus extremos, de base escutiforme. La aguja presenta en el talón de su reverso un gancho con el fin de girar sobre el eje de una anilla. Este tipo de piezas son de cronología amplia, entroncan con modelos tardorromanos y se las encuentra desde finales del siglo V hasta el siglo VII.

Número de inventario: SO/42

Datación: Siglo V

Contexto histórico: Etapa visigoda

Materia: Bronce

Técnica: Fundido

Origen: Colección González-Castrejón

Bibliografía: Josué López Muñoz y Francisco Javier de Fuentes Fernández http://ceres.mcu

jueves, 2 de enero de 2025

Cabeceras del Blog Eulaliense

Cada año voy cambiando la imagen de cabecera de este Blog Eulaliense. Después de tantos años de publicaciones en el Blog, desde 2013, tenemos una estupenda colección de imágenes que ha ido recogiendo detalles de pinturas del patrimonio eulaliense.









domingo, 22 de diciembre de 2024

La primera fotografía aérea de Santa Olalla

 

Ya desde el siglo XIX y pocas décadas después del nacimiento de la fotografía surgió la fotografía aérea. Pero las dificultades técnicas del momento impedían que fuera algo muy difundido, tardaría un siglo en que pequeños municipios fueran fotografiados desde el aire.

La primera fotografía aérea que yo conozco de Santa Olalla es esta tomada en el verano de 1936, al iniciarse la Guerra Civil Española. La imagen de color sepia, tomada con seguridad desde alguna avioneta militar, nos muestra el casco urbano del municipio con sus casitas de planta baja con sus corrales cada uno de ellas, solo en el centro se distinguen algunas casas de dos plantas, agrupadas en torno a las calles principales del pueblo y a las plazas que se abren en ellas, se ven las dos iglesias.

Llama la atención en el primer plano de la foto, tomada desde el entorno del camino de Domingo Pérez como abundan en esas parcelas pegadas al pueblo un gran número de eras, con su forma circular, se distinguen en ellas los montones de grano y algunas personas y animales de tiro trabajando en la limpieza del cereal.

Sin duda esta imagen es un documento excepcional que no solo nos muestra la fisonomía de Santa Olalla en los años 30 del siglo XX, sino que también es un documento precioso que ha dejado recogida la vida agrícola de los santaolalleros en esa época.  

viernes, 20 de diciembre de 2024

El capitel de los Guzmanes, un capitel gótico de la Casa Fuerte de Santa Olalla

 


Si Santa Olalla ha conservado poco del Palacio de los Condes de Orgaz, menos aún lo ha hecho de la Casa Fuerte de los primeros señores de la villa.[1] Algunas referencias documentales nos dejan constancia de su existencia: “El asiento del pueblo es llano, está bien cercado, tres puertas torreadas, y dentro de ella la casa del señor, de mediana labor y muy fuerte, y las demás de casas comunes”[2] esta es parte de la descripción que de Santa Olalla nos dan las Relaciones de Felipe II de 1576. En lo relativo a las referencia a la Casa del señor de la villa se complementan las relaciones diciendo: “Al trigésimo segundo se responde que está en tierra llana esta villa y cercada de una cerca de tierra y en las puertas de ella hay tres torres y la casa del señor es llana y fuerte”.[3]

Después de la reconquista y con la consolidación de Santa Olalla como cabeza de un señorío, la villa, que no contó nunca con un castillo, si debió contar con una “Casa Fuerte” que sería lugar de residencia de los primeros señores de la Casa de Castro, los Lope de Haro y posteriormente de la Casa de Guzmán. Estuvo situada muy cerca del emplazamiento de la iglesia de San Julián.

Sobre este lugar en el siglo XVI los Guzmanes, ya como Condes de Orgaz, debieron construir su palacio-residencia de estilo herreriano y del que sabemos que fue trazado por el aparejador toledano Francisco Cuevas (1505-1606) en 1593, y fueron dirigidas las obras por el maestro de cantería de la vecina villa de Escalona, Rodrigo de la Iglesia, que fue contratado por el conde Juan Hurtado de Mendoza el 1 de julio de 1593.

Menos datos tenemos de cómo era esa primera Casa Fuerte, si bien tenemos una importante pista gracias a un capitel gótico del siglo XV cedido al Ayuntamiento de Santa Olalla para su exposición permanente por don José Pedro Hierro Dueñas y doña Nuria Torres Ballesteros y que perteneció a la colección particular de don José García Usano.

Se trata de un capitel gótico de piedra caliza que contiene, en dos de sus lados opuestos, dos escudos heráldicos sustentados por cuatro ángeles tenantes: el primero es el escudo de los Guzmán, Señores de la Villa de Santa Olalla, con dos calderas puestas en palo y jaqueladas, con tres sierpes en sus asas a cada lado, el escudo queda bordeado por un cordón, sobre el escudo una filacteria donde se lee “Guzmán”; y el segundo es el escudo de los Silva, con un león rampante, también bordeado por un cordón, sobre el escudo otra filacteria “Silva”. Los otros dos laterales del capitel quedan decorados con las alas de los ángeles desplegadas hacia abajo, los ángeles visten largas túnicas y cada uno aparece con distinta talla en su peinado, entre ellos un tallo con varias hojas de parra. En uno de los laterales aparece representada en la parte baja una curiosa libre o conejo, al tratarse de un capitel heráldico de linaje donde encontramos los escudos de los miembros de un matrimonio este símbolo se interpreta como símbolo de fertilidad y prolificidad.

La heráldica del capitel coincide con la heráldica de los escudos que encontramos en las pinturas gótico-mudéjares de la iglesia de San Pedro de Santa Olalla y que sin duda hay que fechar en el siglo XV. El capitel perteneció a la primera Casa Fuerte de los Guzmán en esta villa y a algún encargo o ampliación del señor de Santa Olalla Alvar Pérez de Guzmán fallecido en 1433 y casado con doña Beatriz de Silva.[4]

En diciembre de 2024 esta pieza se incorporó por donación de sus antiguos propietarios a la Exposición permanente del Ayuntamiento de Santa Olalla, en la Casa de Cultura, siendo alcalde Pedro Congosto Sánchez y concejal de cultura y patrimonio Josué López Muñoz. La pieza fue previamente restaurada por el experto en conservación Javier Peces Ochovo. La vitrina, con soporte de piedra, para su exposición fue donada por la familia Gutiérrez del Cerro.



[1] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Retazos Eulalienses, una selección de artículos del Blog Eulaliense sobre la villa de Santa Olalla. (Eulaliense. Gráficas Lagomar. Santa Olalla, 2023). Pág. 73.

[2] VIÑAS MEY, Carmelo y PAZ, Ramón: Relaciones Histórico-geográfico-estadísticas de los pueblos de España, hechas por iniciativa de Felipe II. Reino de Toledo. (Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 1951). Págs. de 421 a 427.

[3] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Santa Olalla en… Relaciones geográficas y libros de viajes, del siglo XVI al XIX. Tercera edición ampliada. (Eulaliense. Santa Olalla, 2023). Pág. 24.

jueves, 19 de diciembre de 2024

Plaza Ángel Ballesteros Gallardo

He tenido la suerte de tener en los años de mi formación, que ya van quedando algo lejanos, magníficos profesores «maestros» que dejaron buena huella en mí.

El 18 de diciembre de 2024 tuve la suerte de ser invitado a la inauguración de una plaza en Talavera, dedicada a mi profesor don Ángel Ballesteros. Don Ángel sembró en mí: mi afición por la historia, por el arte, por la cerámica, por la cultura en general, y gracias a él pertenezco a la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Siempre nos unió su vínculo con Santa Olalla, donde tiene una casa de la familia de su mujer, siempre es un placer visitarle y compartir allí un rato de tertulia.

Se trata sin duda de una de las personalidades que más ha hecho por la cultura en Talavera. Ángel Ballesteros, nació en Gálvez y es Hijo Adoptivo de Talavera; un profesor que estudió Magisterio en Toledo y Filosofía y Letras con la especialización en Filología Clásica en Barcelona, pero desde el año 1975 se trasladó a Talavera. Esta ciudad, sus costumbres, la Virgen del Prado o sus fiestas, especialmente las Mondas, han centrado buena parte de sus obras poéticas, históricas y literarias. Fue profesor del colegio Juan Ramón Jiménez, de los Hermanos Maristas y del Centro Asociado de la UNED de Talavera. Tiene el honor de ser Mantenedor de Mondas, es director de la Colección Padre Juan de Mariana y de los facsímiles de Mondas. También pertenece a la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo y fue Premio Ciudad de Talavera a la Cultura en 2014.

El alcalde, José Julián Gregorio, destacó en la inauguración: “se ha cumplido una reivindicación histórica al dar el nombre de Ángel Ballesteros a una plaza de la ciudad".

martes, 10 de diciembre de 2024

Al Nacimiento - Un villancico del poeta eulaliense Alonso Palomino

 

Adoración de los pastores - Luis Tristán (c. 1620)

En estos días de adviento recupero este villancico compuesto por el poeta eulaliense Alonso Palomino[1] (Santa Olalla, 1573 - Mentrida, 1637)[2]. “Al Nacimiento” es la composición 33 de su compilación poética “Jardín del Alma”[3].

 

Villancico «Al Nacimiento»

 

Salta Andrés, salta y veras

¿Qué veré? dímelo tú

Mil soles, Ángeles mil

¿Y qué más?

Vuelto el diciembre en abril

y más si quisieres más.

Veras la luz y alegría

que ya no cabe en el cielo

veras la gloria en suelo

y vuelta la noche en día,

al infante de María

puesto en el heno y la paja

veras danzar una baja

a los ángeles cantar.

 

¿Y qué más?

Vuelto el diciembre en abril

y más si quisieres más.

En unas pobres mantillas

veras escondido un rey

y puesto al lado de un buey

al pastor de las cabrillas,

fiestas no son maravillas

Andrés para que se asombre

veras a Dios hecho hombre

y a sus ángeles veras.

 

¿Y qué más?

Vuelto el diciembre en abril

y más si quisieres más.

Veras el cielo desecho

y hecho cielo de un portal

en él un sol, un zagal

a quien da el aurora el pecho,

y en un pesebrillo estrecho

el bien que al impíreo cifra

luz aunque en tiniebla estas.

 

¿Y qué más?

Vuelto el diciembre en abril

y más si quisieres más.



[1] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Retazos Eulalienses, una selección de artículos del Blog Eulaliense sobre la villa de Santa Olalla. (Eulaliense. Graficas Lagomar. Santa Olalla, 2023). Pág. 39.

[2] MADROÑAL DURÁN, Abraham: Alonso Palomino y Juan Ruiz de Santa María, dos poetas toledanos del tiempo de Lope de Vega (con un vejamen inédito). Toletum, 35. (Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Toledo, 1998). Págs. de 153 a 187.

[3] Real Academia de la Lengua: Jardín del Alma de Alonso Palomino. Col. Antonio Rodríguez Moñino, ms. 6214.

jueves, 5 de diciembre de 2024

Retablo de la Virgen del Rosario, un retablo barroco de 1756 de la iglesia de San Julián


Retablo de Ntra. Sra. del Rosario

La Virgen del Rosario es venerada en la iglesia de San Julián de Santa Olalla en un magnifico retablo barroco de autor desconocido y fechado en 1756. Está situado en la cabecera del templo junto al presbiterio, en la nave del evangelio, en el intradós de un arco de medio punto y cerrando el paso a uno de los ábsides laterales. Curiosamente este ábside semicircular tiene en su interior un pozo con brocal de ladrillo.

Pozo de San Julián, cubierto con una lapida de pizarra

Según las dos inscripciones realizadas en el interior del retablo fue elaborado en el «Año de 1756» y también aparecen unas iniciales superpuestas que interpretamos con ciertas dudas como «TA». Estas dos inscripciones se encuentran pintadas con óleo sobre dos maderos de sujeción del retablo.


Describimos a continuación este retablo de estilo barroco profusamente tallado, policromado y dorado. La mesa de altar tiene en su centro una cruz laureada con ocho puntas, está flanqueada por un marco con decoración de hojarasca y dos pilares encastrados en la mesa y decorados con hojas de acanto.

El banco se reduce a unas repisas de hojarasca y unas gradas sobre las que se abre, ya en el cuerpo principal, una hornacina dentro de un arco con tres lóbulos yuxtapuestos. En ella está la imagen de la Virgen y a cada lado del hueco dos columnas salomónicas enrolladas con sarmientos, hojas de parra y voluminosos racimos de uvas. Las columnas apoyan sobre unas peanas con decoración vegetal.

El último cuerpo o ático del retablo tiene forma de medio punto, todo el espacio aparece cubierto de decoración vegetal, en su centro un óleo sobre tabla de forma ovalada, con la imagen de San Lorenzo.

En el remate del retablo destaca una corona que, únicamente unida por su parte trasera, vuela sobre todo el conjunto.

La imagen titular del retablo es una talla de madera de Nuestra Señora del Rosario del siglo XVI. La Virgen viste túnica granate con pequeñas flores doradas y manto azul oscuro con estrellas doradas. El pelo cae suelto por los hombros, entre las manos sostiene un rosario de filigrana y cuentas de nácar y también suele lucir una corona de orfebrería. Según hemos podido recoger de diversos testimonios, esta talla era venerada hasta principios del siglo XX en un oratorio privado de una casa de Santa Olalla, propiedad de la familia Urtiaga de Vivar, antigua familia hidalga santaolallera y de linaje mozárabe. Desconocemos por tanto la imagen que originalmente se veneró en este retablo.

En cuanto a la pintura de San Lorenzo,[1] se trata de una pintura al óleo de forma ovalada, pero lo que la hace especial es su soporte, está pintada sobre tabla, o tablas de madera ensambladas. Sobre un paisaje rocoso con pequeñas plantas al fondo y un cielo abierto entre nubes y rayos, encontramos la figura de San Lorenzo, diacono y mártir, en su mano derecha sostiene la palma del martirio y con la izquierda sujeta una gran parrilla, el atributo más representativo de este santo, pues en su martirio fue quemado vivo sobre ella. El joven San Lorenzo viste sobrepelliz blanca y sobre ella una hermosa dalmática roja.

La elección de este santo no es casual ya que bajo este retablo mando ser enterrado el presbítero de Santa Olalla don Lorenzo de Guzmán. Posiblemente él fue promotor y costeó la obra bajo la que quiso ser enterrado, como así sucedió tres años después, al fallecer el 8 de agosto de 1759.[2] Datos que se pueden corroborar en su testamentaria que incluye carta de últimas voluntades, fundación de capellanías y memorias en su nombre, inventario muy detallado de todos sus bienes, subasta de los mismos y cuentas relativas a todo el proceso.[3]



[1] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Retazos Eulalienses, una selección de artículos del Blog Eulaliense sobre la villa

de Santa Olalla. (Eulaliense. Graficas Lagomar. Santa Olalla, 2023). Pág. 327.

[2] Archivo Parroquial de Santa Olalla: Libro 5º de defunciones de San Julián, (de 1750 a 1796). APSO/9.

[3] Archivo Parroquial de Santa Olalla: Testamentaria de don Lorenzo de Guzmán, presbítero que fue de esta villa. Año 1761. APSO/116/SJ.