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El Tribunal de la Inquisición en la vista de la causa del Padre Froilán Díaz Grabado de 1858 |
Baltasar
de Mendoza y Sandoval (Madrid, 1652 - Segovia, 1727) fue un religioso que ocupó
diversos puestos de relevancia eclesiástica y política durante la Guerra de
Sucesión Española.
Baltasar de Mendoza y Gómez de Sandoval, era hijo de los
condes de Orgaz Baltasar de Mendoza y Mendoza (Santa Olalla, 1622) y María Gómez
de Sandoval y Rojas natural de Arganda del Rey, hija de Diego Gómez de
Sandoval, Duque de Lerma. Al menos dos de sus
hermanos mayores nacieron en Santa Olalla: Esteban de Mendoza (Santa Olalla,
1645) y José de Mendoza (Santa Olalla, 1648) futuro conde de Orgaz y señor de
Santa Olalla.
Es junto a su tío-abuelo el obispo don Francisco de Mendoza,
(Santa Olalla, 1573 - Madrid, 1634) uno de los eclesiásticos más destacados de
la Casa de Orgaz.
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Escudo de la Inquisición sobre la Cruz de Calatrava Emblema de Baltasar de Mendoza |
Estudió en el colegio de San Bartolomé el Viejo en la
Universidad de Salamanca, donde entró el 23 de julio de 1673.
Inició su carrera eclesiástica como capellán mayor del colegio de San Bartolomé,
donde había sido colegial; en el 1679 fue nombrado oidor de la Chancillería de
Granada; y desde el 18 de diciembre de 1681, habiéndole sido concedido el
hábito de la orden de Calatrava, fue promovido por el rey Carlos II al Consejo
de Órdenes. Dentro de la orden de Calatrava fue comendador de Lopera. En 1690
el rey le nombró como uno de sus sumilleres de cortina y oratorio, en 1699 le
presentó para el obispado de Ávila, cargo al que no llegó a acceder y en el que
rivalizó con su eterno enemigo, el confesor del rey, fray Froilán Díaz.
En 1699 fue finalmente nombrado obispo de Segovia, sustituyendo
a Bartolomé de Ocampo y Mata convertido en obispo de Plasencia, cargo que ostentó
hasta su muerte en 1727. Fue ordenado obispo en la Nunciatura de Madrid, fue su
consagrador principal Giuseppe Cardinal Archinto, arzobispo de Milán, y co-consagradores
Pedro Reyes de los Ríos de Lamadrid, OSB, obispo de Comayagua, y Francisco
Zapata Vera y Morales, obispo titular de Dara.
También en ese mismo año, desde el 3 de octubre de 1699 es
Inquisidor General por bula de Inocencio XII, el más alto puesto del Santo
Oficio, tomando posesión de este cargo el 3 de diciembre de 1699. Y tras la muerte
del rey sin descendencia el 1 de noviembre de 1700, fue miembro de la junta de
gobierno del reino hasta la llegada del sucesor al trono.
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Carlos II, niño Anónimo castellano Ermita de San Illán - Cebolla (Toledo) |
Sus maneras dictatoriales al frente del Consejo de la
Suprema Inquisición y su extralimitación al crear empleos y otorgar prebendas
en perjuicio de la hacienda del Santo Oficio
le canjearon numerosas enemistades.
Fue muy famosa su participación en el proceso que la Inquisición
siguió contra el religioso dominico fray Froilán Díaz de Llanos (León, S.XVII -
Madrid, 1709), confesor del rey Carlos II.
El religioso fue perseguido en un proceso lleno de arbitrariedades
por haber dirigido los exorcismos destinados a liberar al rey de los hechizos bajo
los que supuestamente se hallaba,
los exorcismos se llevaron a cabo entre 1698 y 1699 bajo la supervisión del
inquisidor general Juan Tomás de Rocabertí. A través de la correspondencia
mantenida con Antonio Álvarez Argüelles, antiguo compañero de Díaz residente en
Asturias que en esos tiempos llevaba a cabo un exorcismo sobre tres monjas
supuestamente endemoniadas, Díaz y Rocabertí interrogaron a los demonios, los
cuales declararon que Carlos II era efectivamente víctima de un maleficio del
cual eran responsables importantes personalidades de la corte, entre ellas la
reina Mariana de Neoburgo y el valido del rey Manuel Joaquín Álvarez de Toledo,
conde de Oropesa.
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Portada del Proceso contra Froilán Díaz Publicado en Madrid en 1788 |
Durante la Guerra de Sucesión fueron conocidas sus simpatías
políticas hacia la facción del Archiduque Carlos. El cardenal Luis Fernández
Portocarrero, arzobispo de Toledo y miembro también de la junta de gobierno,
dejó correr su pluma contra él. En 1701 el nuevo rey Felipe V decreta su relevo
en el puesto de inquisidor general, relevo que fue postergado por un conflicto
de competencias entre la corte de Madrid y la Santa Sede, y por las ausencias
del rey Felipe durante la guerra, el relevo no se hizo efectivo hasta 1705. Juró
en 1706 en Madrid al Archiduque Carlos perdedor de la pugna, y fue luego
confinado por Felipe V en Segovia y después en Pamplona. Baltasar apeló al Papa
en Roma, lo que junto con el apoyo del Papa al Archiduque Carlos hizo que
Felipe V rompiera relaciones con Roma en 1709. Al año siguiente Baltasar de Mendoza
fue acusado de traición y desterrado por su apoyo a la facción del Archiduque,
marchó a Aviñón (Francia) hasta 1713, cuando le fue permitido regresar para
ocuparse nuevamente del obispado de Segovia.
La familia del obispo también simpatizó con el bando perdedor
del Archiduque Carlos. A su sobrino el conde de Orgaz, don Agustín de Mendoza y
Trelles, le fueron secuestrados por el rey sus señoríos de Orgaz y Santa
Olalla, que no fueron devueltos hasta su muerte y en la persona de su hermana y
heredera. El documento firmado en la toma de posesión el 19 de noviembre de
1712, decía: "toda esta jurisdicción
alta y baja en mero y mixto imperio desde la hoja de árbol hasta la piedra del
río".
Pero no logró suceder a su hermano en los estados de la Prestamería Mayor de
Vizcaya, la Ribera de Santa Cruz del Campezo, Nanclares, Olivari, Fontecha y
otras de Tierra Llana y Merindad de Durango. El monarca escribía al respecto: "cuyo secuestro queremos que subsista
respecto de haberse obtenido por merced regia por los ascendientes del mismo
don Agustín y por haber llegado el Caso de la reversión a nuestra corona por el
delito cometido".
Falleció en la villa de Mojados (Valladolid) en su obispado
de Segovia el 4 de noviembre de 1727, a los 75 años de edad, siendo el obispo
decano de los españoles. En el diccionario histórico de hijos ilustres de
Madrid el cronista José Antonio Álvarez Baena escribió de él que “gobernó su iglesia con mucha paz y bien de
los pobres”.
Pocos datos tenemos de su relación con Santa Olalla. Solo
sabemos que donó al Convento franciscano de San Juan Bautista una pequeña pero primorosa
imagen de San José.
Fray Alejo de Ciudad Real, guardián del convento, la recuerda así:
“Tiene esta iglesia [conventual] a la
parte que mira al medio día y entrando por su capilla mayor, una capilla
bastante capaz y muy bien adornada, en la que está colocada una imagen de San
Joseph en una urna pequeña, pero de las más perfectas y agradables que puede
sacar el arte; está en acción de sujetar al Niño Dios, pero con acción tan viva
y tan propia que parece que está riendo; fue la dicha que hizo a este convento
don Baltasar de Mendoza, obispo que fue de Segovia de la casa de los Condes de
Orgaz. Esta capilla fue construida a devoción de los fieles y solicitud de fray
Francisco de Lillo, el cual la vio concluida en el año de 1743 y poco después
fue en ella sepultado”.