lunes, 28 de marzo de 2022
Revista Besana: Mariana de Mendoza y Guzmán
domingo, 6 de marzo de 2022
"La Borriquita", la imagen de Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén de la Cofradía de Jesús Nazareno de Medinaceli de Santa Olalla
El viernes 4 de marzo de 2022,
durante la celebración del Primer Viernes de Marzo, la Cofradía de Jesús
Nazareno de Medinaceli de Santa Olalla presentaba la nueva imagen de Jesús en su
entrada triunfal en Jerusalén, popularmente conocida como “La Borriquita”.[1]
Esta imagen se convierte para la Cofradía
y para Santa Olalla en un símbolo de esta pandemia, es una de tantas cosas que
tuvieron que esperar y que sólo ahora, después de dos años, empiezan a poder
ver la luz. El boceto en barro de la imagen fue presentado en marzo de 2020,[2]
cuando todavía se desconocía el alcance que iba a tener la pandemia y se
anunciaba que el estreno llegaría en el Domingo de Ramos de 2021. No hace falta
explicar que esto no pudo ser así y ha habido que esperar un año más hasta esta
Cuaresma de 2022 para conocer la imagen que se estrenará por las calles de
Santa Olalla este Domingo de Ramos.
Los anderos de Jesús de Medinaceli,
ya se están preparando para sacarla en esa procesión matinal de las palmas y
los ramos, en la que serán los niños de las cofradías santaolalleras los que
les acompañen vestidos de hebreos.
La imagen de tamaño natural,
impresiona no solo por su tamaño sino también por la piedad de su rostro, una
mirada serena que impacta al espectador que ve a Cristo montado a lomos de una
borriquita, con una mano en las riendas y la otra en actitud de bendecir. El
Cristo es imagen de vestir por lo que está articulada, tiene ojos de pasta
vítrea y está policromada al óleo.
Este conjunto escultórico ha sido
tallado, en madera de cedro real, por el escultor imaginero Luis Peñalba Rueda
en la ciudad de Cabra (Córdoba). Este mismo escultor talló para esta cofradía
en 2017 la imagen de Simón de Cirene que acompaña a la imagen de Jesús Nazareno
con la Cruz a cuestas que es portado cada Jueves Santo por un nutrido grupo de
anderas de la cofradía.
El presidente de la Cofradía de
Medinaceli, Ángel Moreno Cabrera, ha dicho que: “Con esta nueva incorporación la Semana Santa Eulaliense queda
completa, tiene pasos e imágenes para cada celebración de la Pasión”.
miércoles, 2 de marzo de 2022
Fallece don Gonzalo Crespí de Valldaura y Bosh-Labrús, Conde de Orgaz
Comparto su esquela y la foto del 9 de diciembre de 2017 cuando impartió, en su faceta de historiador, una conferencia en Santa Olalla.
Mi recuerdo agradecido, por su ayuda en mis investigaciones, su trato afable, generoso y cercano. Descanse en Paz.
martes, 1 de marzo de 2022
Mesa de altar y cimacio visigodos de Santa Olalla
Santa Olalla
es un pueblo de fundación prerromana, pero es durante la etapa paleocristiana y
el Reino Visigodo cuando se consolida el núcleo poblacional que hoy conocemos.
Además es en estos momentos cuando toma el nombre de Santa Eulalia, en honor de
la mártir emeritense, extendido su culto hasta estas tierras a través de la
calzada romana que las recorría y que unía Emérita Augusta con Caesaróbriga y
Toletum (Mérida con Talavera y Toledo).
Muestras de aquellos siglos son el cimacio, elemento
arquitectónico que remata el capitel de una columna, y la mesa de altar, una
muestra pétrea de mobiliario litúrgico, expuestas en la Casa de Cultura de Santa
Olalla y que nos permiten entroncar con aquellos primeros cristianos asentados
en nuestro pueblo.
Las dos piezas tienen una cronología
diferente, siendo más antigua la mesa de altar, siglos V-VI, que el cimacio,
siglos VI-VII. Proceden de dos canteras distintas y están talladas con motivos
y estilos diferentes. Presentan una moldura con cenefa de repetición: la mesa
de altar formado rombos y el cimacio lóbulos o arquillos apuntados.
Para el mejor conocimiento de nuestra
historia local se exponen estos dos elementos pétreos de origen visigodo en la
Casa de Cultura de Santa Olalla desde el 26 de febrero de 2022, formado parte
de su exposición permanente.
Fueron donadas al Ayuntamiento de Santa
Olalla por la familia Hormigos-Ortiz.
Fueron limpiadas y restauradas por el
graduado en conservación y conservación de bienes culturales, José Javier Peces
Ochovo de la empresa D’Art Nova.[1]
Contando con el asesoramiento técnico de los arqueólogos Javier Peces Pérez y
Samuel Rodríguez Martín.
Los soportes para su exposición fueron elaborados
y donados por la empresa Mármoles y Granitos Santa Olalla. Siendo dos soportes
de piedra caliza pulida, de líneas rectas para evitar la distorsión de los dos
elementos de época que exponen.
Y la artista local Ana Díaz Alba realizó
sendos dibujos recreando su uso y estado originario.
Estos dos elementos pétreos, que quedan
expuestos al público, vienen a aportar luz sobre los escasos datos históricos
que teníamos de época visigoda. A continuación resumimos brevemente los datos más
relevantes con los que contábamos de la época Visigoda en Santa Olalla:
En el siglo V
entran los pueblos bárbaros y se consolida el Reino Visigodo. Pocos datos
tenemos de su relación con nuestro pueblo, únicamente sabemos que en esta etapa
se mantuvo el nombre dado por los romanos, Santa Eulalia, en honor de la famosa
mártir emeritense.
Es posible que
se construyera en esta época la primera iglesia de nuestro pueblo, y que se
dedicó, como no podía ser de otra forma, a Santa Eulalia que en ese momento se
convierte en patrona del pueblo. No debió ser un templo muy grande, pero
cumplió una importante función en la cristianización de nuestros antepasados.
Fue destruida posteriormente por los musulmanes.
Hasta la fecha, el
resto arqueológico de esta época más destacado era una sepultura aislada, con
restos humanos, encontrada en 1995 al norte del término municipal de Santa
Olalla en el paraje de Alcantarilla. Según el arqueólogo que la estudió y
realizó informe, Zacarías López-Barrajón Barrios, data del siglo V d. C.
Esta es la
descripción del hallazgo que nos da el arqueólogo Zacarías López-Barrajón que
también incluyó una fotografía en su publicación: “ubicado a unos 2 km. del pueblo de Santa Olalla y su descubrimiento
tuvo lugar como consecuencia de labores agrícolas en el terreno de la finca la
Alcantarilla. La tumba que se hallaba cubierta de tierra, aunque se podía ver
parte de la cabecera que estaba formada por una laja de granito y los dos
trozos de la cubierta, que retiró y partió el arado en su momento.
El método empleado en la excavación arqueológica
ha sido el llamado “Matrix Harris” de unidades estratigráficas, que dejaron al
descubierto el relleno de la fosa de la tumba, compuesto por limos, arenas y
una mezcla de cales y arcillas aterronadas propias del terreno, a estas cales
se las denomina “toscas” por los agricultores.
Constaba de tres lajas laterales (granito, caliza
y arenisca) y la cabecera (de granito) que delimitan la tumba y que servirán
para apoyar la cubierta. En su interior se depositó un individuo, cuyos restos
fueron apartados para colocar a otro individuo, lo que hacía apreciar bastantes
restos óseos en bastante buen estado de conservación.
El suelo de la tumba, donde se depositaron los
cadáveres, estaba formado por tejas -ímbrices- grandes y pequeñas, que aparecen
dispuestas como formando una tumba o lecho. Se trata, pues, de una clara
reutilización de estos materiales que le conceden al hallazgo cierto interés
-al no haber ajuar- ya que no existen muchos en la provincia, pero al que
podemos otorgar una cronología en torno al siglo V d. C., asociado a una villa
rural, alejada de los grandes núcleos urbanos donde residía el “dominus”
hispanorromano bajo el dominio visigodo.”[2]
[1] PECES
OCHOVO, José Javier: Memoria final de trabajos
de restauración en elementos pétreos de Santa Olalla, (Toledo, 2022)
[2] LÓPEZ-BARRAJÓN BARRIOS, Zacarías: Espacios funerarios romanos en la provincia
de Toledo y tres ejemplos de su transición a época tardo-antigua. La Muerte
en el Tiempo Arqueología
e historia del hecho funerario en la provincia de Toledo. (Colectivo de
Investigación Histórica Arrabal. Talavera de la Reina, 2011). Pág. 134.