Con el más popular de los villancicos que tradicionalmente se ha cantado en las Navidades de Santa Olalla y su comarca, quiero desearos a todos una muy,
Ande, ande, ande la marimorena,
ande, ande, ande que es la Nochebuena.
En Santa Olalla
también se canta el más famoso y popular de los villancicos: «La Marimorena».
El origen de
este estribillo no está del todo claro, pero se especula con una primera
versión nacida en 1702. Una ceremonia religiosa en el convento de San Francisco
en Madrid fue entorpecida por zambombas y tambores, vítores y panderetas
provenientes de la taberna Cava Baja, se supone que entre el grupo de
alborotadores se encontraba María Morena. Aunque hay quien dice que la Marimorena
de la canción hace referencia a la Virgen María (Virgen Morena).
Sea como sea, la
expresión «armar la Marimorena» sí
parece haber surgido de ese acontecimiento y por este villancico.
En el portal de Belén hay estrellas, sol y luna
la Virgen y San José, y el Niño que está en la
cuna.
Pero además de
las estrofas conocidas por todos como esta que antecede, en Santa Olalla y
comarca cantamos otras "estrofas propias":
Nochebuena, Nochebuena, cuanto tardas en venir
para ver a los borrachos de la taberna salir,
sale uno, salen dos, salen tres y salen cuatro,
pero no sale [nombre] que es el rey de los
borrachos.
En el pilón de mi pueblo echan nueces y salen
juncos,
y en el culo de mi suegra cantan los abejarucos.
Al entrar a Santa Olalla lo primero que se ve,
son las
ventanas abiertas y las camas sin hacer.
Muchachas de Santa Olalla, tienen bragas de
hojalata,
pero no saben sus padres que tenemos abrelatas.
Esta noche es Nochebuena y no es noche de dormir,
que esta la Virgen de parto y a las doce a de
parir.
A de parir un niñito blanco, rubio y colorado,
y ha de ser un pastorcillo para cuidar su ganado.
A la noche cuando venga les pondremos un guisado,
de gallinas y pichones y la pechuga de un pavo.
En el portal de Belén hay una piedra redonda,
donde puso Dios el pie para subir a la gloria.
Los pastores que supieron que el niño quería
leche,
hubo un pastor que ordeño las cabras cincuenta
veces.
Además estas estrofas se las escuche cantar a los más mayores con un ritmo diferente al de la Marimorena, más lento y alargando algunas palabras, por ejemplo:
A la noche cuando vengan [a, a, an]
les pondremos un guisado [o, o],
de gallinas y pichones [e, es]
y la pechuga de un pavo [o, o],
¡ay! ¡ay! ¡ay! y la pechuga de un pavo [o, o].