Entierro del Señor de Orgaz Parroquia de San Julián - Santa Olalla |
La iglesia de San Julián de Santa Olalla como fundación de
los Condes de Orgaz fue durante los siglos XVII y XVIII panteón funerario de
esta familia noble, propietarios del señorío de Santa Olalla. Pese a que Santa
Olalla no era la cabeza nominal del mayorazgo del condado de Orgaz, se había
convertido en la cabeza oficiosa y lugar de residencia de los condes al ser el
lugar donde tenían mayores propiedades e intereses.[1]
Como protectores de la iglesia de San Julián influyeron
decisivamente en la decoración de esta parroquia, siendo muchas de las
advocaciones representadas en esta iglesia, advocaciones de especial devoción
para los condes. Encontramos en el altar mayor la representación de Santo
Domingo de Guzmán a quien los condes consideran antepasado de su linaje, San
Agustín, San Juan Bautista, la Inmaculada, etc.[2]
Según la documentación del archivo parroquial de Santa
Olalla los condes tenían una bóveda bajo el altar mayor de San Julián donde se
efectuaban sus enterramientos, el primero que tenemos documentado fue el 3 de
diciembre de 1604 del heredero del condado don Esteban Hurtado de Mendoza y
Mendoza (Santa
Olalla, 1561- Santa Olalla, 1604)[3]
que murió dos años antes que su padre, Juan Hurtado de Mendoza Guzmán y Rojas
(Antoniana (Álava), 1536 - Santa Olalla, 1606) también enterrado en San Julián
el 4 de octubre de 1606. Sobre esa bóveda, en los laterales del altar mayor, e
incluso en su interior se añadió decoración alusiva a los enterramientos que
allí había. Destacan especialmente los dos escudos labrados en madera, dorados
y policromados con águilas bicéfalas de los Condes de Orgaz. Y también
destacamos dos pequeños cuadros que representan “La imposición de la casulla a
San Ildefonso” y “El entierro del señor de Orgaz”.
La representación del entierro del Señor de Orgaz,
erróneamente llamada tantas veces del Conde de Orgaz, es poco común al tratarse
de un tema legendario, exclusivamente toledano y vinculado a los Condes de
Orgaz. Por este motivo solo se conocen unos cuantos cuadros con esta
representación.
·
En primer lugar, la obra
maestra de El Greco de 1587, para la
iglesia de Santo Tomé de Toledo donde está enterrado su protagonista don
Gonzalo Ruiz de Toledo.
·
El hijo del Greco, Jorge Manuel Theotocópuli, también
pintó una versión del cuadro de su padre, aunque solo reproduce la parte baja o
terrenal de este cuadro. Lo hizo para la casa profesa de la Compañía de Jesús
de Toledo y desde 1901 está en el Museo del Prado.
·
La versión de Miguel Jacinto Meléndez, se quedó en un
boceto preparatorio, un óleo sobre lienzo con la técnica de grisalla. Conservado
en el Museo Casa Natal de Jovellanos de Gijón. Se trata de un boceto para uno
de dos lienzos que le fueron encargados en 1734 y destinados al convento
agustino de San Felipe el Real de Madrid. Por fallecimiento del artista, los
cuadros definitivos fueron realizados por su discípulo Andrés de la Calleja.
·
Sobre el boceto de
Meléndez, Andrés de la Calleja pinto
el lienzo definitivo conservado hoy en el Museo del Prado.
·
Un cuadro anónimo de la
colección de los Condes de Orgaz y que actualmente conservan en su casa de Ávila.
·
Otro pequeño cuadro anónimo
del Museo de Santa Cruz de Toledo.
·
También encontraremos dos
versiones de este tema en conventos agustinos de Hispanoamérica. El primero de
ellos en la iglesia del convento de San Agustín en Quito (Ecuador).
·
El segundo en el Convento
de San Agustín de la Visitación de Nuestra Señora de las Mercedes de Cuzco (Perú).
·
Y para terminar el cuadro
de la iglesia de San Julián de Santa
Olalla al que hacíamos referencia, y en el que centramos nuestro estudio.
· Ya en la época contemporánea, el tema ha sido tratado o recreado por muchos artistas, destacándose entre todos Picasso que realizó entre 1957 y 1959 el libro “El entierro del Conde de Orgaz” y varios grabados y aguafuertes inspirados en la obra del Greco para la “serie 347”.[4]
Como
hemos dicho vamos a centrar nuestro estudio en la curiosísima representación
anónima que se conserva en la iglesia de San Julián de Santa Olalla y que
sabemos que perteneció a los propios condes de Orgaz. Se trata de un óleo sobre
lienzo, de autor anónimo, de estilo historicista de finales del siglo XVII o
principios del siglo XVIII. Sus medidas son 76 por 61 centímetros.
Representa la leyenda del entierro de don Gonzalo Ruiz de
Toledo, Señor de Orgaz, una leyenda que cuenta como cuando estaban enterrando a
este caballero, que murió en Toledo en 1323 con fama de santo, fueron San
Agustín y San Esteban los que bajaron a sepultarle. El autor, evidentemente
toledano y conocedor de la obra del Greco, versiona y adapta al formato
rectangular y al pequeño tamaño de nuestro óleo la composición que el Greco
hizo para la iglesia de Santo Tomé en Toledo. Si bien es cierto que coloca el
cadáver de don Gonzalo sobre un ataúd, e invierte el orden de San Agustín y San
Esteban, siguen apareciendo la procesión de clérigos con la cruz procesional,
el párroco con sobrepelliz, los caballeros en el fondo de la composición e
incluso el monaguillo en un primer plano. La corte celestial que magistralmente
reflejo El Greco, en nuestro cuadro queda reducida a un cielo que se abre y a
unas cabezas de angelotes. Como curiosidad destacar que en el capillo de la capa
pluvial del sacerdote que esta de espaldas a la izquierda, están representadas,
con la minuciosidad de una miniatura, las imágenes de la Virgen Dolorosa y
Cristo Resucitado.
Este cuadro fue propiedad de los condes de Orgaz y como tal
estuvo en su palacio de Santa Olalla. Hasta que la Condesa de Orgaz, doña María
de Mendoza Rojas y Sandoval, refleja en su testamento que lo dona para que se
coloque sobre su sepulcro en la bóveda de la iglesia de San Julián. Gracias a la partida de
defunción de la condesa y a la de su marido, conservadas en el archivo
parroquial de Santa Olalla y a los testamentos de éstos, recogidos entre los
protocolos del archivo histórico provincial de Toledo, podemos conocer la
historia completa de este cuadro del entierro y de su compañero “La imposición
de la casulla a San Ildefonso” en esta última obra la tradición ha querido ver
a la propia condesa Doña María de Mendoza representada entre las santas
asistentes al milagro de San Ildefonso.[5]
En su testamento fechado en Santa Olalla el 21 de enero de
1732 ante el escribano Isidoro Rey podemos leer: “Que los dos cuadros que tengo, pinturas de San Ildefonso y milagro de
San Agustín y San Esteban con el Señor de la Casa se Orgaz, se pongan cuando
fuere del agrado de mi esposo sobre los referidos sepulcros en dicha iglesia de
San Julián, por ser mejores que los que tienen y que estos se quiten por
trocados. Presumiendo que si durante la vida de mi esposo no se pudieran
quitar, después de su fallecimiento se cumpla, así se lo pido por ser mi voluntad”.[6]
Desde esa fecha de su testamento la condesa se encontraba
enferma y en cama, por lo que falleció poco después, el 3 de marzo de 1732,
siendo enterrada según su deseo en la iglesia de San Julián con el hábito de
San Agustín. Al morir sin descendencia heredó el mayorazgo su sobrino José Crespí
de Valldaura y Mendoza, conde de Sumacarcel y residente en Valencia por lo que
desde este momento Santa Olalla deja de ser lugar de residencia de los condes
de Orgaz. El acta de defunción viene a corroborar todo lo dicho anteriormente.[7]
“La Excma. Sra. Doña María
de Mendoza Rojas y Sandoval, Condesa de Orgaz, mujer que fue del Excmo. Sr. don
Pedro Tomas Osorio.
En tres de marzo de mil
setecientos treinta y dos, fue sepultada en la parroquia de San Julián de esta
villa de Santa Olalla la Excma. Sra. doña María Bernarda de Mendoza Rojas y
Sandoval, condesa de Orgaz mujer que fue el Excmo. Sr. don Pedro Tomas Osorio,
murió después de haber recibido los santo sacramentos de penitencia, eucaristía
y extrema unción. Otorgó su testamentos en veintiuno de enero de dicho año ante
Isidoro Rey escribano del ayuntamiento de esta villa por ausencia del escribano
de número de esta villa. Y en él dispuso lo siguiente, entierro en San Julián,
acompañamiento de Cruz, cura y sacristán, de que se dijesen por su alma y
devociones trecientas misas tocan de cuenta a la iglesia setenta y cinco misas.
Dejo por heredero del mayorazgo de Orgaz, al Excmo. Sr. don Joseph Crespi y
Mendoza conde de Sumacarcel, su sobrino, como hijo mayor y legítimo de la
Excma. Sra. doña Josepha de Mendoza Rojas y Sandoval, su hermana. Y en el
remanente que queda de todos sus bienes muebles y raíces fuera del expresado
mayorazgo deja por su universal heredero al dicho sr. don Pedro Tomas Osorio,
su marido. Mando también su excelencia a dicha parroquia de San Julián dos
cuadros de san Ildefonso y de San Agustín y San Esteban para que se pongan
sobre los sepulcros de dichos señores y se entiende han de ser trocados por los
que antes allí estaban y cuando fuera la voluntad de su esposo, y si muerto
dicho esposo no se hubieran trocado luego que muera se truequen sin dilación
alguna. Dejo por albacea al dicho Pedro Tomas Osorio su marido. No pago
rompimiento por tener bóveda propia y para que conste lo firmé ut supra.
-Licenciado Luna-”.
En el margen aparece la siguiente anotación: “Hasta aquí están cobradas las mandas
forzosas por la redención de cautivos de la Santísima Trinidad de Calzados de
la ciudad de Toledo y lo firme fray Francisco de la Peña y Zurbano.”
Un año después su marido, don Pedro Tomas Osorio Vega
Menchaca Borja y Guzmán, también se encontraba enfermo y hacia su testamento el
3 de enero de 1733 ante el escribano de Santa Olalla Marcelo Antonio de Celis y
Dosal.[8]
En relación al cuadro solo añade los siguiente: “que sea sepultado en la iglesia parroquial de San Julián de esta
villa, en la bóveda de los condes de Orgaz en el sepulcro de San Ildefonso que
se encuentra enfrente del que se enterró mi esposa y prima. Con la asistencia
de las comunidades de religiosos de Nuestro Padre San Agustín del convento de
Ntra. Sra. de los Dados, extramuros de la villa de Maqueda; de los franciscanos
descalzos de Santa Olalla; lleven mi cuerpo cuatro religiosos de esta comunidad
de San Agustín; con cera de todas las cofradías y se den velas y papelillos
como es costumbre en esta villa”.[9]
Cuatro días después de haber hecho testamento, el 7 de enero
de 1733, fallecía Pedro Tomas Osorio y también contamos con su partida de
defunción.[10]
“En siete de enero de mil
setecientos y treinta y tres años, fue sepultado en la parroquia de San Julián
de esta villa de Santa Olalla don Pedro Tomas Osorio conde que fue de Orgaz y
viudo de la Excma. Sra. doña María de Mendoza Rojas y Sandoval, condesa de
Orgaz, murió después de haber recibido los santos sacramentos de penitencia,
eucaristía y extrema unción. Otorgo su testamento en tres de enero de dicho año
ante Marcelo de Zelis escribano de número de esta villa. Y en el dispuso lo
siguiente. Entierro en San Julián en el sepulcro de San Ildefonso,
acompañamiento de cruz, cura y sacristán y se le digan misa de cuerpo presente
con vigilia y diáconos que se digan por su alma y devociones trescientas misas
y no más, tocan de cuarenta a la iglesia, setenta y cinco misas a las mandas
forzosas y cuatro a los agustinos. Herederos a don Fernando Bajo e Isabel de la
Peña, por albaceas al Excmo. Señor conde de Torrejón, fray Placido de Villegas
y don Fernando Bajo. No pagó rompimiento por tener bóveda propia y para que
conste lo firmé ut supra -licenciado Luna-”.[11]
Durante el “Año Greco”, del 3 de junio al 3 de septiembre de
2014, esta versión del entierro y uno de los escudos de los condes de Orgaz de
la Parroquia de Santa Olalla participaron en la exposición “La estela del
milagro” que organizó la Parroquia de Santo Tomé de Toledo. Durante ese verano
pudieron verse juntos “El entierro del Señor de Orgaz” santaolallero y su
hermano mayor el entierro pintado por El Greco.
[1] FRANCO SILVA, Alfonso: La fortuna y el poder: estudios sobre las bases económicas de la
aristocracia castellana (siglos XIV-XV), (Servicio de Publicaciones de la Universidad
de Cádiz. Cádiz, 1996). Pág. 437.
[2] LÓPEZ
MUÑOZ, Josué: El Greco y Santa Olalla: El
Maestro, su hijo, sus discípulos y sus vínculos con Santa Olalla, residencia de
los Condes de Orgaz. (Ediciones Andante. Santa Olalla, 2014). Pág. 46.
[3] ARCHIVO PARROQUIAL DE SANTA OLALLA: Libro 1º de defunciones de la Parroquia de
San Julián, 6/APSO; (de 1582 a 1647). Folio 83.
[4] GOMEZ FERNANDEZ-CABRERA, Jesús: La Villa de Orgaz, textos e imágenes, (Ayuntamiento
de Orgaz. Orgaz, 2017). Pág. 339. Se
puede ampliar información en la web de este mismo autor: www.villadeorgaz.es
[5] LÓPEZ
MUÑOZ, Josué: Retazos Eulalienses, una
selección de artículos del Blog Eulaliense sobre la villa de Santa Olalla. (Eulaliense. Graficas Lagomar. Santa Olalla,
2023). Pág. 341.
[6] Archivo Histórico Provincial de Toledo (AHPTO):
Protocolos de Santa Olalla de 1732 a
1741, notario Isidro Rey. AHPTO 18093 (P-05799), Folio 1.
[7] ARCHIVO PARROQUIAL DE SANTA OLALLA: Libro 4º de defunciones de la Parroquia de
San Julián, 8/APSO; (de 1724 a 1750). Folio 34.
[8] LÓPEZ
MUÑOZ, Josué: Retazos Eulalienses, una
selección de artículos del Blog Eulaliense sobre la villa de Santa Olalla. (Eulaliense. Graficas Lagomar. Santa Olalla,
2023). Pág. 329.
[9] Archivo Histórico Provincial de Toledo
(AHPTO): Protocolos de Santa Olalla
de 1732 a 1737, notario Marcelo Antonio de Celis y Dosal. AHPTO 18098
(P-05804), Folio 198.
[10] ARCHIVO
PARROQUIAL DE SANTA OLALLA: Libro 4º de
defunciones de la Parroquia de San Julián, 8/APSO; (de 1724 a 1750). Folio
42.
[11] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: El Otro entierro del Señor de Orgaz.
Tabora Magazine, nº 22. (Talavera de la Reina, mayo de 2014).