sábado, 30 de marzo de 2024

El otro «Entierro del Señor de Orgaz», la versión de la iglesia de San Julián de Santa Olalla

 

Entierro del Señor de Orgaz
Parroquia de San Julián - Santa Olalla

La iglesia de San Julián de Santa Olalla como fundación de los Condes de Orgaz fue durante los siglos XVII y XVIII panteón funerario de esta familia noble, propietarios del señorío de Santa Olalla. Pese a que Santa Olalla no era la cabeza nominal del mayorazgo del condado de Orgaz, se había convertido en la cabeza oficiosa y lugar de residencia de los condes al ser el lugar donde tenían mayores propiedades e intereses.[1]

Como protectores de la iglesia de San Julián influyeron decisivamente en la decoración de esta parroquia, siendo muchas de las advocaciones representadas en esta iglesia, advocaciones de especial devoción para los condes. Encontramos en el altar mayor la representación de Santo Domingo de Guzmán a quien los condes consideran antepasado de su linaje, San Agustín, San Juan Bautista, la Inmaculada, etc.[2]

Según la documentación del archivo parroquial de Santa Olalla los condes tenían una bóveda bajo el altar mayor de San Julián donde se efectuaban sus enterramientos, el primero que tenemos documentado fue el 3 de diciembre de 1604 del heredero del condado don Esteban Hurtado de Mendoza y Mendoza (Santa Olalla, 1561- Santa Olalla, 1604)[3] que murió dos años antes que su padre, Juan Hurtado de Mendoza Guzmán y Rojas (Antoniana (Álava), 1536 - Santa Olalla, 1606) también enterrado en San Julián el 4 de octubre de 1606. Sobre esa bóveda, en los laterales del altar mayor, e incluso en su interior se añadió decoración alusiva a los enterramientos que allí había. Destacan especialmente los dos escudos labrados en madera, dorados y policromados con águilas bicéfalas de los Condes de Orgaz. Y también destacamos dos pequeños cuadros que representan “La imposición de la casulla a San Ildefonso” y “El entierro del señor de Orgaz”.

La representación del entierro del Señor de Orgaz, erróneamente llamada tantas veces del Conde de Orgaz, es poco común al tratarse de un tema legendario, exclusivamente toledano y vinculado a los Condes de Orgaz. Por este motivo solo se conocen unos cuantos cuadros con esta representación. 

·        En primer lugar, la obra maestra de El Greco de 1587, para la iglesia de Santo Tomé de Toledo donde está enterrado su protagonista don Gonzalo Ruiz de Toledo.

·        El hijo del Greco, Jorge Manuel Theotocópuli, también pintó una versión del cuadro de su padre, aunque solo reproduce la parte baja o terrenal de este cuadro. Lo hizo para la casa profesa de la Compañía de Jesús de Toledo y desde 1901 está en el Museo del Prado.

·        La versión de Miguel Jacinto Meléndez, se quedó en un boceto preparatorio, un óleo sobre lienzo con la técnica de grisalla. Conservado en el Museo Casa Natal de Jovellanos de Gijón. Se trata de un boceto para uno de dos lienzos que le fueron encargados en 1734 y destinados al convento agustino de San Felipe el Real de Madrid. Por fallecimiento del artista, los cuadros definitivos fueron realizados por su discípulo Andrés de la Calleja.

·        Sobre el boceto de Meléndez, Andrés de la Calleja pinto el lienzo definitivo conservado hoy en el Museo del Prado.

·        Un cuadro anónimo de la colección de los Condes de Orgaz y que actualmente conservan en su casa de Ávila.

·        Otro pequeño cuadro anónimo del Museo de Santa Cruz de Toledo.

·        También encontraremos dos versiones de este tema en conventos agustinos de Hispanoamérica. El primero de ellos en la iglesia del convento de San Agustín en Quito (Ecuador).

·        El segundo en el Convento de San Agustín de la Visitación de Nuestra Señora de las Mercedes de Cuzco (Perú).

·        Y para terminar el cuadro de la iglesia de San Julián de Santa Olalla al que hacíamos referencia, y en el que centramos nuestro estudio.

·        Ya en la época contemporánea, el tema ha sido tratado o recreado por muchos artistas, destacándose entre todos Picasso que realizó entre 1957 y 1959 el libro “El entierro del Conde de Orgaz” y varios grabados y aguafuertes inspirados en la obra del Greco para la “serie 347”.[4]


Como hemos dicho vamos a centrar nuestro estudio en la curiosísima representación anónima que se conserva en la iglesia de San Julián de Santa Olalla y que sabemos que perteneció a los propios condes de Orgaz. Se trata de un óleo sobre lienzo, de autor anónimo, de estilo historicista de finales del siglo XVII o principios del siglo XVIII. Sus medidas son 76 por 61 centímetros.

Representa la leyenda del entierro de don Gonzalo Ruiz de Toledo, Señor de Orgaz, una leyenda que cuenta como cuando estaban enterrando a este caballero, que murió en Toledo en 1323 con fama de santo, fueron San Agustín y San Esteban los que bajaron a sepultarle. El autor, evidentemente toledano y conocedor de la obra del Greco, versiona y adapta al formato rectangular y al pequeño tamaño de nuestro óleo la composición que el Greco hizo para la iglesia de Santo Tomé en Toledo. Si bien es cierto que coloca el cadáver de don Gonzalo sobre un ataúd, e invierte el orden de San Agustín y San Esteban, siguen apareciendo la procesión de clérigos con la cruz procesional, el párroco con sobrepelliz, los caballeros en el fondo de la composición e incluso el monaguillo en un primer plano. La corte celestial que magistralmente reflejo El Greco, en nuestro cuadro queda reducida a un cielo que se abre y a unas cabezas de angelotes. Como curiosidad destacar que en el capillo de la capa pluvial del sacerdote que esta de espaldas a la izquierda, están representadas, con la minuciosidad de una miniatura, las imágenes de la Virgen Dolorosa y Cristo Resucitado.


Este cuadro fue propiedad de los condes de Orgaz y como tal estuvo en su palacio de Santa Olalla. Hasta que la Condesa de Orgaz, doña María de Mendoza Rojas y Sandoval, refleja en su testamento que lo dona para que se coloque sobre su sepulcro en la bóveda de la iglesia de San Julián. Gracias a la partida de defunción de la condesa y a la de su marido, conservadas en el archivo parroquial de Santa Olalla y a los testamentos de éstos, recogidos entre los protocolos del archivo histórico provincial de Toledo, podemos conocer la historia completa de este cuadro del entierro y de su compañero “La imposición de la casulla a San Ildefonso” en esta última obra la tradición ha querido ver a la propia condesa Doña María de Mendoza representada entre las santas asistentes al milagro de San Ildefonso.[5]

En su testamento fechado en Santa Olalla el 21 de enero de 1732 ante el escribano Isidoro Rey podemos leer: “Que los dos cuadros que tengo, pinturas de San Ildefonso y milagro de San Agustín y San Esteban con el Señor de la Casa se Orgaz, se pongan cuando fuere del agrado de mi esposo sobre los referidos sepulcros en dicha iglesia de San Julián, por ser mejores que los que tienen y que estos se quiten por trocados. Presumiendo que si durante la vida de mi esposo no se pudieran quitar, después de su fallecimiento se cumpla, así se lo pido por ser mi voluntad”.[6]

Desde esa fecha de su testamento la condesa se encontraba enferma y en cama, por lo que falleció poco después, el 3 de marzo de 1732, siendo enterrada según su deseo en la iglesia de San Julián con el hábito de San Agustín. Al morir sin descendencia heredó el mayorazgo su sobrino José Crespí de Valldaura y Mendoza, conde de Sumacarcel y residente en Valencia por lo que desde este momento Santa Olalla deja de ser lugar de residencia de los condes de Orgaz. El acta de defunción viene a corroborar todo lo dicho anteriormente.[7]

“La Excma. Sra. Doña María de Mendoza Rojas y Sandoval, Condesa de Orgaz, mujer que fue del Excmo. Sr. don Pedro Tomas Osorio.

En tres de marzo de mil setecientos treinta y dos, fue sepultada en la parroquia de San Julián de esta villa de Santa Olalla la Excma. Sra. doña María Bernarda de Mendoza Rojas y Sandoval, condesa de Orgaz mujer que fue el Excmo. Sr. don Pedro Tomas Osorio, murió después de haber recibido los santo sacramentos de penitencia, eucaristía y extrema unción. Otorgó su testamentos en veintiuno de enero de dicho año ante Isidoro Rey escribano del ayuntamiento de esta villa por ausencia del escribano de número de esta villa. Y en él dispuso lo siguiente, entierro en San Julián, acompañamiento de Cruz, cura y sacristán, de que se dijesen por su alma y devociones trecientas misas tocan de cuenta a la iglesia setenta y cinco misas. Dejo por heredero del mayorazgo de Orgaz, al Excmo. Sr. don Joseph Crespi y Mendoza conde de Sumacarcel, su sobrino, como hijo mayor y legítimo de la Excma. Sra. doña Josepha de Mendoza Rojas y Sandoval, su hermana. Y en el remanente que queda de todos sus bienes muebles y raíces fuera del expresado mayorazgo deja por su universal heredero al dicho sr. don Pedro Tomas Osorio, su marido. Mando también su excelencia a dicha parroquia de San Julián dos cuadros de san Ildefonso y de San Agustín y San Esteban para que se pongan sobre los sepulcros de dichos señores y se entiende han de ser trocados por los que antes allí estaban y cuando fuera la voluntad de su esposo, y si muerto dicho esposo no se hubieran trocado luego que muera se truequen sin dilación alguna. Dejo por albacea al dicho Pedro Tomas Osorio su marido. No pago rompimiento por tener bóveda propia y para que conste lo firmé ut supra. -Licenciado Luna-”.

En el margen aparece la siguiente anotación: “Hasta aquí están cobradas las mandas forzosas por la redención de cautivos de la Santísima Trinidad de Calzados de la ciudad de Toledo y lo firme fray Francisco de la Peña y Zurbano.”

Un año después su marido, don Pedro Tomas Osorio Vega Menchaca Borja y Guzmán, también se encontraba enfermo y hacia su testamento el 3 de enero de 1733 ante el escribano de Santa Olalla Marcelo Antonio de Celis y Dosal.[8] En relación al cuadro solo añade los siguiente: “que sea sepultado en la iglesia parroquial de San Julián de esta villa, en la bóveda de los condes de Orgaz en el sepulcro de San Ildefonso que se encuentra enfrente del que se enterró mi esposa y prima. Con la asistencia de las comunidades de religiosos de Nuestro Padre San Agustín del convento de Ntra. Sra. de los Dados, extramuros de la villa de Maqueda; de los franciscanos descalzos de Santa Olalla; lleven mi cuerpo cuatro religiosos de esta comunidad de San Agustín; con cera de todas las cofradías y se den velas y papelillos como es costumbre en esta villa”.[9]

Cuatro días después de haber hecho testamento, el 7 de enero de 1733, fallecía Pedro Tomas Osorio y también contamos con su partida de defunción.[10]

“En siete de enero de mil setecientos y treinta y tres años, fue sepultado en la parroquia de San Julián de esta villa de Santa Olalla don Pedro Tomas Osorio conde que fue de Orgaz y viudo de la Excma. Sra. doña María de Mendoza Rojas y Sandoval, condesa de Orgaz, murió después de haber recibido los santos sacramentos de penitencia, eucaristía y extrema unción. Otorgo su testamento en tres de enero de dicho año ante Marcelo de Zelis escribano de número de esta villa. Y en el dispuso lo siguiente. Entierro en San Julián en el sepulcro de San Ildefonso, acompañamiento de cruz, cura y sacristán y se le digan misa de cuerpo presente con vigilia y diáconos que se digan por su alma y devociones trescientas misas y no más, tocan de cuarenta a la iglesia, setenta y cinco misas a las mandas forzosas y cuatro a los agustinos. Herederos a don Fernando Bajo e Isabel de la Peña, por albaceas al Excmo. Señor conde de Torrejón, fray Placido de Villegas y don Fernando Bajo. No pagó rompimiento por tener bóveda propia y para que conste lo firmé ut supra -licenciado Luna-”.[11]

Durante el “Año Greco”, del 3 de junio al 3 de septiembre de 2014, esta versión del entierro y uno de los escudos de los condes de Orgaz de la Parroquia de Santa Olalla participaron en la exposición “La estela del milagro” que organizó la Parroquia de Santo Tomé de Toledo. Durante ese verano pudieron verse juntos “El entierro del Señor de Orgaz” santaolallero y su hermano mayor el entierro pintado por El Greco.

 



[1] FRANCO SILVA, Alfonso: La fortuna y el poder: estudios sobre las bases económicas de la aristocracia castellana (siglos XIV-XV), (Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz. Cádiz, 1996). Pág. 437.

[2] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: El Greco y Santa Olalla: El Maestro, su hijo, sus discípulos y sus vínculos con Santa Olalla, residencia de los Condes de Orgaz. (Ediciones Andante. Santa Olalla, 2014). Pág. 46.

[3] ARCHIVO PARROQUIAL DE SANTA OLALLA: Libro 1º de defunciones de la Parroquia de San Julián, 6/APSO; (de 1582 a 1647). Folio 83.

[4] GOMEZ FERNANDEZ-CABRERA, Jesús: La Villa de Orgaz, textos e imágenes, (Ayuntamiento de Orgaz. Orgaz, 2017). Pág. 339. Se puede ampliar información en la web de este mismo autor: www.villadeorgaz.es

[5] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Retazos Eulalienses, una selección de artículos del Blog Eulaliense sobre la villa de Santa Olalla.  (Eulaliense. Graficas Lagomar. Santa Olalla, 2023). Pág. 341.

[6] Archivo Histórico Provincial de Toledo (AHPTO): Protocolos de Santa Olalla de 1732 a 1741, notario Isidro Rey. AHPTO 18093 (P-05799), Folio 1.

[7] ARCHIVO PARROQUIAL DE SANTA OLALLA: Libro 4º de defunciones de la Parroquia de San Julián, 8/APSO; (de 1724 a 1750). Folio 34.

[8] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Retazos Eulalienses, una selección de artículos del Blog Eulaliense sobre la villa de Santa Olalla.  (Eulaliense. Graficas Lagomar. Santa Olalla, 2023). Pág. 329.

[9] Archivo Histórico Provincial de Toledo (AHPTO): Protocolos de Santa Olalla de 1732 a 1737, notario Marcelo Antonio de Celis y Dosal. AHPTO 18098 (P-05804), Folio 198.

[10] ARCHIVO PARROQUIAL DE SANTA OLALLA: Libro 4º de defunciones de la Parroquia de San Julián, 8/APSO; (de 1724 a 1750). Folio 42.

[11] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: El Otro entierro del Señor de Orgaz. Tabora Magazine, nº 22. (Talavera de la Reina, mayo de 2014).

viernes, 29 de marzo de 2024

El Entierro del Señor de Orgaz del Greco, una visión desde Santa Olalla

 

“Vienenla a ver con particular admiración los forasteros, y los de la ciudad nunca se cansan, sino que siempre hayan cosas nuevas que contemplar en ella, por estar retratados muy al vivo muchos insignes varones de nuestros tiempos. Fue el artífice y pintor Domingo de Theotocápuli de nación griego”.[1]  Ya en 1605 el historiador toledano Francisco de Pisa (Toledo, 1534 – Ídem, 1616) escribía sobre la que es considerada obra maestra de El Greco, era de los primeros en escribir sobre esta obra tantas veces estudiada.

Y en medio de esta montaña de estudios ¿qué puede aportar desde nuestro propio prisma local? pues una simpe visión desde Santa Olalla, desde la villa que en los años en que se pintó el cuadro era residencia de los Condes de Orgaz.[2]

El entierro del señor de Orgaz es un óleo sobre lienzo con unas medidas de 4,80 x 3,60 metros, pintado por el Greco entre los años 1586 y 1588. Fue realizado para la parroquia de Santo Tomé de Toledo, donde todavía hoy se conserva. Representa la leyenda del entierro milagroso de don Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de Orgaz. La tradición toledana narra que en 1323, cuando se trasladaron los restos del señor de Orgaz desde el convento de los agustinos, próximo a San Juan de los Reyes, a la parroquia de Santo Tomé, los mismísimos San Agustín y San Esteban descendieron desde el cielo para con sus propias manos colocar el cuerpo en la sepultura, mientras que los admirados asistentes escuchaban una voz que decía: “tal galardón recibe quien a Dios y a sus santos sirve”.

Gonzalo Ruiz de Toledo, no fue señor de Santa Olalla, título que si obtuvo su hijo Martín Fernández de Toledo, que logró unir ambos señoríos en su persona. Le fue concedido el señorío de Santa Olalla el día 20 de julio de 1350, por el rey de Castilla Pedro I "el cruel", en la ciudad de Sevilla dándole el portazgo y término de Santa Olalla. Este es el documento de la cesión del señorío a Martín Fernández: "a vos Martín Fernández mi ayo e mi Notario mayor de la Andalucía e mi canciller mayor del sello de la puerta e mi Alcalde mayor de Toledo; por vuestros servicios e buenos e muy leales que hizo don Gonzalo Ruiz vuestro Padre a bos a los Reyes ende Vengo e señaladamente al rey don Alonso mi padre que Dios perdone quantos con el dicho don Gonzalo Ruiz vuestro padre e vos. Conste es muy grande voluntad hede vos facer bien y merced de vos que ayades libremente el donadio, el Portazgo de Santa Olaya e de su término e aquellas cosas que suelen andar e andan ahora en Renta con el dicho Portazgo de Santa Olaya la tienda de la Farina e las huertas que llaman de dal venga e las tablas que yo he en las carnicerias de dicho logar e las tiendas de los Cordones y alajar que benden especias [...] e otras cosas  e Tiendas e solares que yo he en dcho lugar...".[3]

Gonzalo Ruiz de Toledo fue un hombre muy piadoso y benefactor de la parroquia de Santo Tomé. No en vano la iglesia fue reedificada y ampliada en 1300 a sus expensas. Al morir el 9 de diciembre de 1323 dejó una manda en su testamento que debían cumplir los vecinos de la villa de Orgaz: “páguese cada año para el cura, ministros y pobres de la parroquia 2 carneros, 8 pares de gallinas, 2 pellejos de vino, 2 cargas de leña, y 800 maravedís”, esta manda en nada afectaba a los vecinos de la Villa de Santa Olalla.

Pasados más de 200 años, en 1564, don Andrés Núñez de Madrid, se percató del incumplimiento por parte de los habitantes de la localidad toledana de seguir entregando los bienes estipulados en el testamento de su señor y reclamó la manda ante la Chancillería de Valladolid.

Y cuando al fin ganó el pleito en 1569 y recibió lo retenido (suma considerable por los muchos años impagados), quiso perpetuar para las generaciones venideras al señor de la villa de Orgaz, encargando a Alvar Gómez de Castro el epitafio en latín que se encuentra a los pies del cuadro, en el que además del pleito emprendido por el párroco se narra el relato del suceso prodigioso que ocurrió durante el entierro del señor de Orgaz, dos siglos antes. No conforme con este epitafio unos más tarde decide representar la leyenda en una pintura.

Existen muy variadas descripciones del cuadro que nos desvelan los numerosos simbolismos representados en él.[4] Además de intentos de identificación de los personajes representados entre los asistentes al entierro, que como sabemos son contemporáneos de El Greco representados en la escena de manera anacrónica. La identificación de estos personajes ha supuesto durante siglos todo un juego de apuestas y lo cierto es que muy pocos han sido identificados de manera inequívoca.[5] Algunas hipótesis contrastadas nos apuntan que en el cuadro se encuentran representados dos santaolalleros, Juan Hurtado de Mendoza y fray Cristóbal de Fonseca.

Juan Hurtado de Mendoza
Conde de Orgaz
Detalle del Entierro del Señor de Orgaz del Greco

El caballero de Santiago que muestra sus dos manos abiertas, una de ellas muy cercana al cadáver de don Gonzalo, ha sido identificado como don Juan Hurtado de Mendoza Guzmán y Rojas (Antoniana (Álava), 1536 - Santa Olalla, 1606), Conde de Orgaz y Señor de Santa Olalla en el momento en que se pintó el cuadro. Tal vez por ser el descendiente del protagonista de la obra ocupa un lugar destacado y es una de las figuras más expresivas.

Fraile agustino
Detalle del Entierro del Señor de Orgaz del Greco

Entre los frailes que aparecen en el cuadro hay un franciscano, un dominico y un agustino, tres órdenes religiosas que solían acompañar en los entierros. La figura del fraile agustino, vestido de negro y con la capucha puesta, se ha identificado como la de fray Cristóbal de Fonseca (Santa Olalla, 1550 – Madrid, 1621), protegido del conde de Orgaz que en el momento en que se pintó el cuadro tenía 35 años y estaba en el convento agustino de Toledo.[6]  El padre Gregorio de Santiago Vela dice que había un retrato de Fonseca en la portería del convento de Toledo “por haberle honrado con sus escritos”[7]. Inspirado en este retrato puede estar el que se conserva en la Colección Borbón-Lorenzana de la Biblioteca de Castilla-La Mancha y que pintó Dionisio de Santiago y Palomares entre 1780 y 1800. Con este último retrato, único que se conserva de Fonseca, sí que se pueden establecer claros parecidos fisionómicos que vendrían a corroborar esta hipótesis.

Cristóbal de Fonseca
Biblioteca de Castilla-La Mancha - Toledo


[1] PISA, Francisco de: Descripción de la Imperial Ciudad de Toledo, historia de sus antigüedades, grandeza y cosas memorables; los Reyes que la han señoreado, o gobernado, y sus Arzobispos más celebrados. (Toledo, 1605). Edición de José Carlos Gómez-Menor Fuentes, (Toledo, 1976).

[2] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: El Greco y Santa Olalla: El Maestro, su hijo, sus discípulos y sus vínculos con Santa Olalla, residencia de los Condes de Orgaz. (Ediciones Andante. Santa Olalla, 2014). Pág. 31.

[3] Archivo Histórico Provincial de Toledo (AHPTO): Transcripción de todos los títulos del Señorío de esta villa de Santa Olalla, año 1751. H-1816, folio 112.

[4] LÓPEZ-COVARRUBIAS MARTIN-CARO, J. Andrés: Toledo en 59 preguntas. (Ediciones Covarrubias. Toledo, 2011). Pág. 142.

[5] Reproducimos dos infografías de José Miguel Travieso Alonso autor del blog Domus Pucelae. www.domuspucelae.blogspot.com

[6] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Cristóbal de Fonseca, su biografía. La Ciudad de Dios – Revista Agustiniana Volumen 233 – nº 2. CiuD-Ra 233-20 (2020) 473-498. (Editorial Agustiniana. Guadarrama, mayo-agosto de 2020). Revista y separata.

[7] SANTIAGO VELA, Gregorio de: Ensayo de una Biblioteca Iberoamericana de la Orden de San Agustín, vol. II. (El Escorial, 1915). Pág. 621.



domingo, 3 de marzo de 2024

Vitrina Cero - Altar visigodo de Santa Eulalia


Altar visigodo de Santa Eulalia

Parte superior y tablero de piedra de una mesa de altar, una muestra pétrea de mobiliario litúrgico que nos permiten entroncar con aquellos primeros cristianos asentados en Santa Olalla.

Tallado en piedra de mármol grisáceo, en todos sus contornos laterales esta tallada una moldura con cenefa de repetición formado rombos. La parte superior esta pulimentada y se puede ver sobre ella la marca dejada por la reja de un arado, posiblemente en el momento de su descubrimiento.

Consideramos que esta mesa de altar puedo pertenecer a la primitiva iglesia de Santa Eulalia en torno a la cual se conformó el pueblo de Santa Olalla y que lo dio nombre.

Número de inventario: SO/54

Datación: Siglos V-VI

Contexto histórico: Etapa visigoda

Materia: Piedra de mármol

Técnica: Tallado y pulido

Origen: Donación Familia Hormigos-Ortiz

Bibliografía: Josué López Muñoz