viernes, 26 de octubre de 2018

1083 La Reconquista de Santa Olalla

El Rey Alfonso VI en un manuscrito de BNE

La reconquista cristina o dicho en lenguaje medieval "toma a moros" de Santa Olalla se produjo en el año 1083 por el rey Alfonso VI «el Bravo» (1040​-Toledo, 1109),  conjuntamente con las villas de Escalona y Maqueda.
Según los cronistas castellanos, especialmente el arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada, Santa Olalla, Escalona y Maqueda fueron conquistadas militarmente, en el transcurso de las operaciones militares que tuvieron su fin dos años después, en 1085, con la entrega pactada, que no conquista, de la ciudad de Toledo.[1]
            Existe una segunda hipótesis que plantea Julio González por la que Santa Olalla, Maqueda, Talavera, Alamín, Olmos, Madrid, Talamanca, Uceda, Guadalajara, Alcalá, Riba de Santiuste, Consuegra y Mora estarían incluidas en el pacto de 1085.
Una crónica de la captura dice: "cepit Talaveram, Sancta Eulaliam, Maquedam...",[2] lo que nos sirve para severar que con la reconquista Santa Olalla recupera su nombre cristiano-visigodo llamándola de nuevo Santa Eulalia.
La reconquista de Santa Olalla provoca nuestra anexión, -en un horizonte más amplio la anexión del reino de Toledo-, a la monarquía castellano-leonesa de Alfonso VI, y por consiguiente nuestra anexión al mundo cristiano-feudal.
Esta nueva Santa Olalla nacía con una estructura económica profundamente resentida como consecuencia de las expediciones cristianas. La población que permaneció en la villa, tanto musulmana como mozárabe, no debió ser muy numerosa. Partiendo de esto, era fundamental reactivar la economía y favorecer la llegada de nuevos pobladores. Para ello se organizó el territorio basándose primero en la organización territorial musulmana. Se creó entonces, por concesión real, un común de villa y tierra, la jurisdicción de Santa Olalla, entorno a un concejo de realengo con cabeza en nuestro pueblo.


[1] MIRANDA CALVO, José: La Conquista de Toledo por Alfonso VI. Toletum nº 7 (Boletín de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Toledo, 1976). Págs. 101-151.
[2] JIMENEZ DE GREGORIO, Fernando: En torno a la geografía e historia de Santa Olalla. (BERESIT. Cofradía Internacional de Investigadores. Toledo, 1992). Pág. 129.

miércoles, 24 de octubre de 2018

Santa Olalla presente en Atempora -6.000 años de cerámica en Castilla-La Mancha- a través de dos piezas de cerámica islámica

Santa Olalla está presente en la exposición Atempora -6.000 años de cerámica en Castilla-La Mancha- que acoge la ciudad de Talavera de la Reina a través de dos piezas de cerámica islámica que fueron halladas en nuestro municipio y que han sido restauradas para la ocasión.

Se trata de una pequeña botellita vidriada y de un interesantísimo tazón vidriado en blanco y decorado con verdugones de vidriado verde, formando un “cordón de la eternidad”, ambas piezas están fechadas en el periodo islámico en torno a los siglos X-XI.

La exposición permanecerá abierta hasta enero de 2019 y tiene su sede principal en la iglesia de Santa Catalina de la Ciudad de la Cerámica.

Piezas cerámicas procedentes de Santa Olalla expuestas en Atempora




Tazón en una imagen de 2016, antes de ser restaurado y reconstruido


sábado, 6 de octubre de 2018

Las Pilas Benditeras, dos pilas de la Iglesia de San Julián de Santa Olalla


La iglesia de San Julián de Santa Olalla conserva dos pilas para el agua bendita adosadas a los dos pilares más cercanos a la puerta principal de entrada.

Las pilas del agua bendita, benditeras o aguabenditeras, son recipientes habitualmente de piedra situados a la entrada de las iglesias que contienen agua bendecida para que se persignen los fieles a su llegada al templo.
La primera y más antigua de las dos está situada a la izquierda, adosada al pilar y sostenida sobre una base pétrea bastante gruesa, basta y de desigual diámetro. Sostiene una pililla de mármol blanco con labores similares a las de la pila bautismal, se trata de una pila gallonada, con gajos o lóbulos que nacen de la base. Esta pila para el agua bendita es original de la fundación del templo y por lo tanto debemos fecharla en torno al siglo XVI.
La segunda de las pilas es más moderna, por la documentación existente sabemos que es de 1682.[1] La piedra fue regalada por el Conde de Orgaz, José de Mendoza y Gómez de Sandoval, nacido en Santa Olalla en 1648; y la Parroquia de San Julián pagó labrarla y el transporte, costo 7.931 maravedíes. Esta elaborada en mármol, sobre una elegante columnilla negra se eleva el plato gris para el agua bendita.






[1] Archivo Parroquial de Santa Olalla: Libro de Fábrica de San Julián nº 2 (de 1662 a 1730). 14/APSO.