domingo, 25 de mayo de 2025

Carraca de San Julián, un instrumento propio de la Semana Santa

 

Un elemento curioso, de los muchos que guarda la iglesia de San Julián de Santa Olalla, es una carraca de madera que se utilizaba antiguamente durante la Semana Santa.

En los días de Semana Santa en los que no se pueden tocar las campanas, durante el Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo hasta la Vigilia Pascual, en señal de duelo por la muerte de Jesús, se hacían sonar por las calles carracas o matracas para avisar de los oficios religiosos y de las procesiones. En otros lugares de España también en el ámbito de la Semana Santa, algunas cofradías penitenciales hacen sonar carracas durante su desfile procesional, y en otros se usa para simular un terremoto durante el Oficio de Tinieblas.

Se trata simplemente de una caja de madera, con una manivela que al hacerla girar mueve dos piñones que golpean a dos lengüetas o tablillas, produciendo un sonido estruendoso.

Una variante de la carraca es la matraca; instrumento de madera compuesto por un tablero y un par de aldabas, que al sacudirlo, produce un ruido desapacible; por lo repetitivo e incluso molesto de su sonido nació el dicho de «dar la matraca».

La carraca que conserva la iglesia de San Julián de Santa Olalla fue recuperada en el año 2012 por la Cofradía de Jesús Nazareno de Medinaceli y expuesta en su vitrina.[1]



[1] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: La Capilla de Jesús de Medinaceli en San Julián, (Cofradía de Jesús Nazareno de Medinaceli de Santa Olalla. Santa Olalla, 2012). Pág. 27.

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