lunes, 8 de junio de 2020

El Libro del Real Pósito de Santa Olalla, una institución de préstamo a los labradores


El 9 de junio se celebra el Día Internacional de los Archivos y que mejor que celebrarlo divulgando una de las joyas archivísticas que conserva el Archivo Municipal de Santa Olalla (AMSO).

Como además también estamos ya en tiempo de cosecha seleccionamos el Libro del Real Pósito de Santa Olalla. Un libro que contenía las obligaciones que los labradores contraían con esta institución municipal.[1]

El pósito es una institución de carácter municipal y de muy antiguo origen en España, dedicada a hacer acopio de cereales, principalmente de trigo, y prestarlos en condiciones módicas a los labradores y vecinos durante los meses de escasez. Solía existir un edificio llamado también Pósito destinado a guardar el grano.

La actividad tradicional de los pósitos se centraba en la acumulación de grano en tiempo de abundancia que se prestaban a un tipo de interés bajo a los agricultores en el momento en que los necesitaran, lo que podría paliar las malas cosechas y las crisis de subsistencia. Salvando las distancias, sería lo que en la economía contemporánea llamarían una intervención anticíclica en el mercado.

También en nuestra zona existía la creencia de que pasados los años el cereal se basteaba y convenía cambiar la simiente con otros pueblos. Así era muy habitual cambiar grano con pueblos de la Mancha. Una labor de la que en principio solía encargarse el pósito, también surgieron muchos arrieros que se dedicaron a esta labor, algunos de los cuales terminaron estableciéndose en nuestro pueblo y generando lazos comerciales entre distintas zonas agrícolas.

Tras la portada de pergamino, sencilla pero curiosamente ilustrada, la primera página nos dice: “Santa Olalla 26 de octubre de 1795. Obligaciones otorgadas por los vecinos labradores y pegujaleros de esta villa, del trigo que se les ha repartido en sementera del corriente año arriba fechado.”

Las obligaciones que contiene este libro recogen las fanegas de trigo que los labradores recogen en tiempo de sementera y su obligación de devolverlo para Santa María de Agosto (15 de agosto). El recargo o interés que se aplicaba en este préstamo era de medio celemín por fanega prestada.

Debían devolverlo “en especie de trigo bueno, limpio, enjuto y de todo recibo, medido con las que sea cabal y puesto de su cuenta, costa y riesgo en las paneras del acreedor donde los han de medir”.

A este pósito se acogían grandes y pequeños labradores, otros en grupo que aparecen como labradores mancomunados y los pegujaleros (Labradores que tienen muy poca siembra o labor); e incluso fiadores de muchos de ellos.



[1] ARCHIVO MUNICIPAL DE SANTA OLALLA: Libro del Real Pósito de Santa Olalla, 1795. (AMSO/23).


Detalle de las cubiertas en pergamino

Primera página del registro de obligaciones

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