Muy pocos datos y muchas conjeturas es lo que podemos ofrecer
sobre esta primera etapa de la historia de Santa Olalla. La única conclusión
clara es que sus primeros moradores fueron celtas y carpetanos.
Al menos, desde el Paleolítico, el entorno de Santa Olalla
fue frecuentado por tribus nómadas, cazadores y recolectores. Algunos pequeños hallazgos
arqueológicos en el término municipal así lo demuestran, han aparecido, siempre
de forma casual, algunas herramientas y armas de edades líticas.
Posteriormente las tribus nómadas comienzan a asentarse,
nuestro pueblo aparece entonces como aldea céltica formada fundamentalmente por
pastores trashumantes. Eligieron los celtas esta zona porque estaba situada
junto a una de sus más importantes cañadas, la aldea tenía sus chozas y servía
de descansadero en la conducción del ganado desde el frío del norte peninsular,
al clima templado de la actual Extremadura. Nuestro pueblo les ofrecía su
cañada, buenos pastos y agua para el ganado. Con estos datos no se puede dudar afirmación
de Fernando Jiménez de Gregorio que en varias ocasiones ha dicho: "Si me preguntase la causa primera de
la fundación de Santa Olalla, diría sin vacilar EL CAMINO".[1]
Los celtas fueron, sin duda alguna, los primeros pobladores
estables de Santa Olalla.
Hace más de dos mil quinientos años, entorno al siglo V antes
de Cristo se instalan en la zona los carpetanos. Este pueblo de origen íbero,
fundadores de Ebora (la actual Talavera de la Reina), ocuparon la antigua aldea
céltica y vivieron en ella hasta la llegada de los romanos.
En
el siglo II antes de Cristo entran los romanos lo que supuso para la zona
mayores avances pero al mismo tiempo un gran coste social, acabando con gran
parte de la población indígena y sometiendo al resto a la esclavitud y al pago
de importantes tributos.
[1] JIMÉNEZ
DE GREGORIO, Fernando: En torno a la
geografía e historia de Santa Olalla, (Cofradía Internacional de
Investigadores de Toledo. Toledo, 1992). Pág. 127.
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