domingo, 26 de septiembre de 2021

San Diego de Alcalá, una talla de la iglesia de San Julián de Santa Olalla

 


            La iglesia de San Julián de Santa Olalla conserva en la sacristía una bellísima talla de madera policromada de San Diego de Alcalá, es una representación del siglo XVII.

            San Diego aparece representado siguiendo los modelos más representativos, como un joven fraile franciscano, tiene rasgos muy finos en su rostro, la barba rasurada, los ojos muy abiertos, mira hacia arriba absorto y le encontramos portando sus atributos habituales. Destaca la policromía del hábito que imita con gran calidad la textura del rudo tejido de tela estameña, parece que tienen relieve pero es una ilusión de la pintura conseguida con un rayado minucioso, en el cuello la esclavina y en la cintura cuelga un cinturón de cuerda natural con nudos. San Diego porta en su mano derecha la cruz y con la izquierda sujeta los pliegues de su hábito entre los que se dejan ver un buen manojo de flores, en referencia a su milagro más conocido y representado devocionalmente que es el que refiere su generosidad hacia los pobres que alimentaba de las provisiones de la despensa conventual; cuentan que cerciorado el padre guardián de su afición le pilló en plena acción y requiriéndole acerca de los panes que escondía en su hábito, el fraile lego le contestó: “Véalo. Llevo flores”, y al abrirse el hábito, el guardián pudo contemplar un ramo de frescas flores.

            Fray Diego de San Nicolás, O.F.M., conocido como San Diego de Alcalá (San Nicolás del Puerto, Sevilla, 14 de noviembre de 1400 - Alcalá de Henares, Madrid 12 de noviembre de 1463), fue un fraile franciscano, hermano lego en la Orden de los Frailes Menores de la Observancia. Fue misionero en Canarias, donde llegó a ocupar el puesto de guardián del convento. Fue canonizado en 1588.

            Probablemente esta imagen pertenezca al desaparecido retablo de San Antonio de Padua en la iglesia de San Pedro Apóstol de Santa Olalla. Algunos mayores me contaron que en este retablo, quemado en 1936, se encontraba en el centro la imagen de su titular que estaba flanqueado por otros dos santos frailes franciscanos. Afortunadamente si se conserva la imagen de San Antonio que se corresponde en sus características con esta de San Diego.

Lope de Vega escribió sobre él su obra de teatro en verso “San Diego de Alcalá” y el soneto:

La verde yedra al verde tronco asida,

trepando por sus ramas tanto crece,

que yedra el árbol y ella árbol parece

enlazada en sus brazos y extendida.

 

Allí ve su flaqueza sostenida,

y esto tanto la estima y agradece

para engaste de aquel que le dio vida.

 

Así a la cruz divina, Diego asido,

sus brazos con los vuestros enlazados.

arribaste por ella al alto cielo.

 

Con tal frescura tanto habéis crecido,

que entre los que acá tiene más preciados,

para su amparo os reconoce el suelo.


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