miércoles, 31 de marzo de 2021

Poema a la Semana Santa Eulaliense

Este 2021 no puede ser, todavía, el año de las procesiones, pero al menos es el año de los altares. En este Miércoles Santo cuando comenzarían las procesiones en Santa Olalla comparto este poema que me hizo llegar su autor Guillermo Arróniz López.


Santa Olalla, Santa Olalla,

llega la Semana Santa

y este año no has de ver

tus tallas procesionadas,

y tus toledanas calles

estarán solas, calladas.

Será un silencio profundo

que nos arderá en el alma.


Intuyo yo que tus gentes

han de echar -¡y mucho!- en falta

a tu buen Medinaceli

sobre su paso se plata

que va cortando la noche

con sus reflejos de espada

y con sus cuatro faroles

que lo adornan y lo enmarcan.

Miércoles Santo, ya llegan

las horas más señaladas.


Pero el Señor muere siempre

y siempre a la muerte gana.

Rézale, pueblo eulaliense...

rézale aun cuando no salga.


Tampoco este año verán

de San Julián las arcadas

al Cristo con su columna,

ni con su Cruz, bien pesada;

ni al Hijo crucificado

ni a su Madre apuñalada.

El Jueves Santo estarán

las esquinas solitarias:

los anderos, las anderas,

se quedarán en sus casas.

La mantilla en el cajón

los rosarios en sus cajas.


Pero Cristo se da siempre

y la Virgen lo acompaña,

siempre a los pies del Calvario...

¡No se puede estar más alta!


Ni la Cruz con el Sudario,

imagen que tanto impacta,

que nos habla del dolor

y la pena por su marcha;

ni el Santo Entierro tampoco

-la figura recostada,

con la boca medio abierta,

mirada medio cerrada-

van a pasar este Viernes

por el pueblo y bien amarga

va a ser esta ausencia negra

que se está haciendo tan larga.


Pero Jesucristo sigue

allá donde se le llama

y en las capillas de siempre

sus imágenes aguardan.


Todo ha de ser esta vez

como la quieta jornada

del Sábado, dulce espera...

para el que tiene esperanza.

Y aunque el Domingo no vea

ese encuentro de luz blanca

entre la Madre y el Hijo

la alegría igual se exalta

dentro de los corazones

como el espíritu al alba.


Santa Olalla, Santa Olalla,

haz que brillen tus moradas

con oraciones e inciensos,

con las hermosas plegarias.

Sigue a Cristo en su Pasión

aun con las puertas cerradas,

que Dios te lo pagará

¡con otras Semanas Santas!


Jesús de Medinaceli en su retablo
Iglesia de San Julián - Santa Olalla



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