Inmaculada de Tristán Colección particular toledana Foto: David Blázquez |
Conocida la magnífica Inmaculada de Luis Tristán de la Iglesia
de San Julián de Santa Olalla, fechada en torno a 1621, y la Inmaculada de Luis
Tristán del Museo de Bellas Artes de Sevilla, este modelo se debió repetir en
otras ocasiones. Ambos lienzos coinciden en medidas, coinciden en la disposición
de la imagen de la Virgen y en su representación sobre una gloria de ángeles de
similares características, algo más completa la de Santa Olalla como también lo
es su magnífico paisaje.[1]
Siguiendo este modelo encontramos una tercera pintura de la Inmaculada
de Luis Tristán, una versión de tamaño más reducido 100 por 74 cm. frente a los
167 por 111 cm. de las primeras versiones.
El artista toledano hace en este óleo sobre lienzo una versión
más reducida y simplificada, si bien mantiene la calidad y disposición de la
imagen de la Virgen que aparece de pie, en actitud orante, con la mirada hacia
el cielo, coronada por estrellas, con el pelo suelto y ondulado sobre sus
hombros, se apoya sobre una media luna y esta vestida de azul y granate. Suprime
la gloria de ángeles adoradores que sustituye por un cielo de oscuras nubes que
se abre en forma de aureola ovalada, dejando pasar la luz dorada del sol y sus
rayos tras la imagen de la Inmaculada. El paisaje a los pies de la Virgen también
se simplifica, en un horizonte con árboles a los lados solo encontramos el
espejo, los lirios y las rosas.
El catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad
de Sevilla, Enrique Valdivielso González informó, el 20 de abril de 2017, sobre
la autenticidad de esta obra como producción del Luis Tristán. Decía en su
informe: «Un atento examen de esta obra
evidencia que es una réplica realizada por el propio artista, del original que
se conserva en el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Esta replica es más reducida
y en ella el artista ha suprimido los ángeles que aparecen adorando a María en
la parte superior, y también ha simplificado el paisaje del fondo, eliminando
los diferentes símbolos Marianos de los que solo ha dejado los lirios y las
rosas.
Los aspectos compositivos,
dibujísticos y cromáticos de esta Inmaculada, muestran en ella una captación
idéntica a la obra del Museo de Sevilla, tanto en la expresión de su porte y la
exacta tipología en la disposición de sus manos. Repite igualmente su postura
anatómica, que aparece resuelta en vertical con suaves ondulaciones en su
perfil, debido a la sinuosidad del manto que la envuelve. Su túnica roja repite
puntualmente cada uno de sus pliegues, entre los cuales el artista ha dispuesto
espacios en sombras que, contrapuestos a otros plenos de luz, señalan un
intenso movimiento expresivo en su disposición corporal. Como fondo, Tristán ha
dispuesto un enorme espacio cubierto con oscuras nubes en los laterales, que
dan paso a un amplio golpe central de luz dorada y que otorga una
resplandeciente aureola a la figura de María.
Es esta una obra que puede
fecharse en torno a 1615-1620 en unos momentos en que el artista alcanzó su
máximo nivel de creatividad, y por ello se le acumularon los encargos que hubo
de resolver, como era habitual en aquella época, con la ayuda de su obrador.
Concretamente, el modelo de esta Inmaculada debió de tener un enorme éxito
entre la clientela toledana, lo que motivó que se le encomendasen numerosas
repeticiones de la misma, casi todas ellas destinadas a la devoción privada en
oratorios de domicilios particulares.
Otras Inmaculadas de
Tristán que siguen el modelo original se encuentran en la parroquia de San
Julián en Santa Olalla (Toledo), y en la parroquia de Santo Tomé, en la propia
ciudad de Toledo, aunque esta muestra una calidad muy inferior a las anteriores
comentadas.
Sevilla, a 20 de abril de
2017».[2]
La Inmaculada conserva su marco original de moldura de
madera dorada.
Inmaculada de Tristán con su marco dorado |
Esta Inmaculada desde el siglo XX ha estado localizada en
una colección particular catalana, hasta que fue subastada en Madrid en dos
ocasiones en 2019 y en 2021, pasando en la actualidad a formar parte de una colección
particular toledana.
Esta Inmaculada fue restaurada en 2023 por José Javier Peces
Ochovo, Graduado en Conservación y Restauración por la Escuela Superior de Arte
y Diseño de Andalucía (ESADA) de Granada, que emitió informe de intervención, restauración
y conservación.
Inmaculada de Tristán Estado previo a la restauración de 2023 |
Coincidiendo con la conmemoración del IV Centenario de la
muerte de Luis Tristán esta obra participó, en noviembre de 2024, en la exposición
«Luis Tristán, excelente pintor de historias»
en la localidad de Yepes (Toledo), exposición comisariada por Luis Alberto Pérez
Velarde, conservador del Museo Sorolla de Madrid y anterior conservador del Museo
del Greco de Toledo, organizada por el Ayuntamiento de Yepes y la Diputación Provincial
de Toledo.
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