La ermita de la Virgen del Prado de Domingo
Pérez, dispone de una dependencia conocida como el camarín de la Virgen que se
diseñó en sus orígenes como un lugar en el que guardar los vestidos y las alhajas
de la Virgen. A su vez por estar situada detrás del altar, se convierte en una
pequeña capilla desde la que se puede acceder a la Virgen y por ejemplo besar
su manto. En nuestro caso además se usa como sacristía desde el momento de su
construcción ya que en ese momento la sacristía se arregla y queda como
habitación del santero.[1] Todo
el detalle de la distribución de estas construcciones lo encontramos en los
planos de Ibáñez Ibero del Instituto Geográfico Nacional elaborados en 1881.[2]
El camarín se menciona por primera vez en los
mandatos de una visita de 1724, pero no se ejecuta hasta diez años más tarde en
1734. Su coste asciende a 7.145 reales y 14 maravedís gastados en ladrillos,
baldosas, tejas, maderas y tablas, cal, yeso blanco y negro, clavazón, reja de
la ventana del camarín, y jornales de peones y maestros. Trabajaron en la obra:
Juan y Manuel Sobrino, maestros alarifes de Carmena; Tomas Calderón,
blanqueador de la villa de Domingo Pérez; y sabemos que la reja fue hecha en
Santa Olalla.[3]
Del camarín destaca su cúpula, de media
naranja, decorada con gajos y molduras de escayola. Sus cuatro pechinas están decoradas
con pinturas al temple de gran belleza. Tal vez en sus orígenes tuvo más partes
decoradas, estando pintados los gajos o toda la semiesfera de la cúpula. Como
hemos dicho se trata de pinturas al temple aplicadas sobre el yeso muerto, esta
técnica facilitaba la labor de los artistas, que simplemente decoraban la
arquitectura ya terminada, sin tener que aplicar el mortero de yeso.
Recogen cuatro escenas marianas o de la vida
de la Virgen: la Inmaculada Concepción, la Natividad de la Virgen, la Anunciación
y la Asunción. Cada escena representada aparece en el centro de una orla de
abigarradas cenefas vegetales, florales y ferronerias al más puro estilo
rococó.
La primera escena es la Inmaculada Concepción
que aparece representada de la manera tradicional. La Virgen con las manos en
el pecho y coronada por estrellas, pisando el dragón y sobre una media luna, en
los laterales nubes que se abren para dejar ver algunos de los elementos de las
letanías: el sol, la estrella, el poso, la fuente, la torre y la escalera.
La Natividad de la Virgen, es la composición más
compleja, en un primer plano dos mujeres con la Virgen recién nacida en los
brazos se preparan para lavarla. A la izquierda una puerta con otras dos
mujeres que traen cestos con enseres y al fondo el dormitorio de Santa Ana, con
ella en la cama atendida por dos comadronas.
La Anunciación, esta exquisitamente representada
con la Virgen arrodillada en su oratorio con un libro abierto. Sobre ella el
cielo se abre entre cabezas de angelotes, la paloma del Espíritu Santo en el
centro y a la izquierda el Arcángel San Gabriel con un ramo de azucenas en la
mano. A la derecha una ventana que deja ver un paisaje y al fondo la habitación
con la cama de la Virgen.
La Asunción, sería la última escena del orden
cronológico, en la parte baja un suelo rocoso y el sepulcro de la Virgen. Encima
la Virgen con los brazos abiertos, es subida a los cielos por un coro de ángeles.
Las pinturas han sido atribuidas, sin ningún
género de duda, al pintor de origen flamenco afincado en Cebolla Luis Cosón.
Estas pinturas recogen las mismas escenas que este pintor había pintado en la
ermita de la Virgen de la Antigua de Cebolla.
En el año 1746 documentamos a Luis Cosón elaborando
diversos trabajos para la cofradía de San Blas en la Parroquia de Domingo Pérez,[4] lo
que nos lleva a pensar que las pinturas del camarín de la Virgen del Prado se ejecutaron
en torno a esa fecha.
Luis Cosón fue un prolífico pintor que dejó
la mayor parte de su obra en nuestra comarca, hasta la fecha conocemos obra
suya en: Cebolla, Santa Olalla, La Puebla de Montalbán, La Torre de Esteban
Hambrán, La Mata o Erustes, entre otros.
[1] LÓPEZ MUÑOZ, JOSUÉ: Virgen del Prado, revista conmemorativa de
la restauración de la venerada imagen y su retablo. (Parroquia de la
Purísima Concepción de Domingo Pérez. Domingo Pérez, 2013). Pág. 20.
[2] Instituto Geográfico Nacional:
Planos topográficos del General Ibáñez Ibero, Termino municipal de Domingo
Pérez. (1881).
[3] Archivo
Parroquial de Domingo Pérez: Libro de fábrica de la
ermita de la Virgen del Prado, (1636-1844).
[4] Archivo Parroquial de Domingo Pérez: Libro de fábrica de la Cofradía de San Blas.
Visita eclesiástica de 1748.
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