jueves, 7 de septiembre de 2023

Pinturas del camarín de la Virgen del Prado de Domingo Pérez, su atribución a Luis Cosón

 


La ermita de la Virgen del Prado de Domingo Pérez, dispone de una dependencia conocida como el camarín de la Virgen que se diseñó en sus orígenes como un lugar en el que guardar los vestidos y las alhajas de la Virgen. A su vez por estar situada detrás del altar, se convierte en una pequeña capilla desde la que se puede acceder a la Virgen y por ejemplo besar su manto. En nuestro caso además se usa como sacristía desde el momento de su construcción ya que en ese momento la sacristía se arregla y queda como habitación del santero.[1] Todo el detalle de la distribución de estas construcciones lo encontramos en los planos de Ibáñez Ibero del Instituto Geográfico Nacional elaborados en 1881.[2]

El camarín se menciona por primera vez en los mandatos de una visita de 1724, pero no se ejecuta hasta diez años más tarde en 1734. Su coste asciende a 7.145 reales y 14 maravedís gastados en ladrillos, baldosas, tejas, maderas y tablas, cal, yeso blanco y negro, clavazón, reja de la ventana del camarín, y jornales de peones y maestros. Trabajaron en la obra: Juan y Manuel Sobrino, maestros alarifes de Carmena; Tomas Calderón, blanqueador de la villa de Domingo Pérez; y sabemos que la reja fue hecha en Santa Olalla.[3]

Del camarín destaca su cúpula, de media naranja, decorada con gajos y molduras de escayola. Sus cuatro pechinas están decoradas con pinturas al temple de gran belleza. Tal vez en sus orígenes tuvo más partes decoradas, estando pintados los gajos o toda la semiesfera de la cúpula. Como hemos dicho se trata de pinturas al temple aplicadas sobre el yeso muerto, esta técnica facilitaba la labor de los artistas, que simplemente decoraban la arquitectura ya terminada, sin tener que aplicar el mortero de yeso.

Recogen cuatro escenas marianas o de la vida de la Virgen: la Inmaculada Concepción, la Natividad de la Virgen, la Anunciación y la Asunción. Cada escena representada aparece en el centro de una orla de abigarradas cenefas vegetales, florales y ferronerias al más puro estilo rococó.

La primera escena es la Inmaculada Concepción que aparece representada de la manera tradicional. La Virgen con las manos en el pecho y coronada por estrellas, pisando el dragón y sobre una media luna, en los laterales nubes que se abren para dejar ver algunos de los elementos de las letanías: el sol, la estrella, el poso, la fuente, la torre y la escalera.

La Natividad de la Virgen, es la composición más compleja, en un primer plano dos mujeres con la Virgen recién nacida en los brazos se preparan para lavarla. A la izquierda una puerta con otras dos mujeres que traen cestos con enseres y al fondo el dormitorio de Santa Ana, con ella en la cama atendida por dos comadronas.

La Anunciación, esta exquisitamente representada con la Virgen arrodillada en su oratorio con un libro abierto. Sobre ella el cielo se abre entre cabezas de angelotes, la paloma del Espíritu Santo en el centro y a la izquierda el Arcángel San Gabriel con un ramo de azucenas en la mano. A la derecha una ventana que deja ver un paisaje y al fondo la habitación con la cama de la Virgen.

La Asunción, sería la última escena del orden cronológico, en la parte baja un suelo rocoso y el sepulcro de la Virgen. Encima la Virgen con los brazos abiertos, es subida a los cielos por un coro de ángeles.

Las pinturas han sido atribuidas, sin ningún género de duda, al pintor de origen flamenco afincado en Cebolla Luis Cosón. Estas pinturas recogen las mismas escenas que este pintor había pintado en la ermita de la Virgen de la Antigua de Cebolla.

En el año 1746 documentamos a Luis Cosón elaborando diversos trabajos para la cofradía de San Blas en la Parroquia de Domingo Pérez,[4] lo que nos lleva a pensar que las pinturas del camarín de la Virgen del Prado se ejecutaron en torno a esa fecha.

Luis Cosón fue un prolífico pintor que dejó la mayor parte de su obra en nuestra comarca, hasta la fecha conocemos obra suya en: Cebolla, Santa Olalla, La Puebla de Montalbán, La Torre de Esteban Hambrán, La Mata o Erustes, entre otros.



[1] LÓPEZ MUÑOZ, JOSUÉ: Virgen del Prado, revista conmemorativa de la restauración de la venerada imagen y su retablo. (Parroquia de la Purísima Concepción de Domingo Pérez. Domingo Pérez, 2013). Pág. 20.

[2] Instituto Geográfico Nacional: Planos topográficos del General Ibáñez Ibero, Termino municipal de Domingo Pérez. (1881).

[3] Archivo Parroquial de Domingo Pérez: Libro de fábrica de la ermita de la Virgen del Prado, (1636-1844).

[4] Archivo Parroquial de Domingo Pérez: Libro de fábrica de la Cofradía de San Blas. Visita eclesiástica de 1748.

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