En este año
2020 en el que España y todo el mundo se encuentra tratando de superar una
pandemia de coronavirus. En nuestro pueblo recordamos la tradición en torno al
Cristo de la Caridad, transmitida por nuestros mayores y que también recogieron
las crónicas de la época.
En 1598 la peste bubónica asoló España, desde principios
de año se registraron casos en Santa Olalla y en nuestra comarca, incluso en la
puertas de la ciudad de Toledo se colocó una tablilla prohibiendo la entrada de
los vecinos de los pueblos afectados, aunque de poco sirvió pues también se infectó.
La peste había entrado por las pulgas de las ratas que llegaron al puerto de Valencia en una mercancía de tejidos y mantas. Santa Olalla tenía en aquel tiempo tres parroquias y aunque de esa época solo se conservan los libros de defunciones de esta iglesia de San Julián, las estimaciones indican que fallecieron casi seiscientas personas. La costumbre era enterrar dentro de las iglesias y el suelo de las tres iglesias quedo colapsado, especialmente sucedió así en la iglesia de San Miguel que desde aquel momento quedo marcada como lugar infecto y fue abandonada por sus feligreses.
Después de tanto sufrimiento, después de tan dura prueba, los santaolalleros se pusieron bajo la protección de un Cristo que estaba recién llegado de México y que había sido donado por un emigrante a la Cofradía de la Santa Caridad.
Tradición, leyenda y milagro o simplemente la fe de un pueblo que se puso bajo la protección del Cristo de la Caridad. Aquel verano la peste se detuvo y los rebrotes que se produjeron al año siguiente no tuvieron incidencia en Santa Olalla.
En aquel momento se hizo el conocido como “Voto al Cristo de la Caridad”: los Condes de Orgaz; el concejo de la villa, alcalde y regidores; clero de las tres parroquias y del convento franciscano, consagraron solemnemente esta villa de Santa Olalla al Cristo de la Caridad y le nombraron su patrón, convirtiendo la antigua fiesta del Triunfo de la Cruz, que había nacido en 1212 por la batalla de las Navas de Tolosa, en la Fiesta del Cristo de la Caridad.
Solo en otra ocasión en 1885 durante una epidemia de cólera en la que murieron 45 santaolalleros se renovó el voto. Aunque no se hizo de manera directa sino que el concejo de Santa Olalla se unió al voto realizado en La Puebla de Montalbán.
Hoy ante similares calamidades, Santa Olalla renueva su voto, su consagración al Cristo de la Caridad como patrón de esta villa y protector de la salud de sus vecinos.
Renueva el voto, en nombre de todos nosotros, nuestro alcalde don Pedro Congosto Sánchez.
La peste había entrado por las pulgas de las ratas que llegaron al puerto de Valencia en una mercancía de tejidos y mantas. Santa Olalla tenía en aquel tiempo tres parroquias y aunque de esa época solo se conservan los libros de defunciones de esta iglesia de San Julián, las estimaciones indican que fallecieron casi seiscientas personas. La costumbre era enterrar dentro de las iglesias y el suelo de las tres iglesias quedo colapsado, especialmente sucedió así en la iglesia de San Miguel que desde aquel momento quedo marcada como lugar infecto y fue abandonada por sus feligreses.
Después de tanto sufrimiento, después de tan dura prueba, los santaolalleros se pusieron bajo la protección de un Cristo que estaba recién llegado de México y que había sido donado por un emigrante a la Cofradía de la Santa Caridad.
Tradición, leyenda y milagro o simplemente la fe de un pueblo que se puso bajo la protección del Cristo de la Caridad. Aquel verano la peste se detuvo y los rebrotes que se produjeron al año siguiente no tuvieron incidencia en Santa Olalla.
En aquel momento se hizo el conocido como “Voto al Cristo de la Caridad”: los Condes de Orgaz; el concejo de la villa, alcalde y regidores; clero de las tres parroquias y del convento franciscano, consagraron solemnemente esta villa de Santa Olalla al Cristo de la Caridad y le nombraron su patrón, convirtiendo la antigua fiesta del Triunfo de la Cruz, que había nacido en 1212 por la batalla de las Navas de Tolosa, en la Fiesta del Cristo de la Caridad.
Solo en otra ocasión en 1885 durante una epidemia de cólera en la que murieron 45 santaolalleros se renovó el voto. Aunque no se hizo de manera directa sino que el concejo de Santa Olalla se unió al voto realizado en La Puebla de Montalbán.
Hoy ante similares calamidades, Santa Olalla renueva su voto, su consagración al Cristo de la Caridad como patrón de esta villa y protector de la salud de sus vecinos.
Renueva el voto, en nombre de todos nosotros, nuestro alcalde don Pedro Congosto Sánchez.
Santísimo Cristo de la Caridad, rendidos a tus
plantas, te consagramos solemnemente esta Villa de Santa Olalla.
Te consagramos las hermosas almas de los niños que
la habitan y de los que nazcan y vivan a la sombra de tu venerada imagen. Te
consagramos y dedicamos los corazones de nuestros mayores, transmisores de la
fe que te profesamos. Te consagramos las almas de los vecinos y vecinas de este
pueblo; nuestra salud, nuestros trabajos y nuestras casas y campos, como
supremo hacedor de todo. ¡Santísimo Cristo de la Caridad!
Declaramos y confesamos que nuestros antepasados
vieron el milagro que la Divina Providencia realizó cuando la peste de Levante
casi despobló nuestra villa en el año 1598, cesando el azote al invocarte como
su Patrono; y te ofrecieron el voto de la festividad que desde entonces
celebramos en tu honor cada 16 de julio. También en 1885, durante la epidemia
de cólera, el concejo de este pueblo se unió a la renovación del voto que La
Puebla de Montalbán te hizo.
En este 2020 hemos visto repetidas las calamidades
que pasaron nuestros antepasados y volvemos a ponernos bajo tu protección
frente a esta pandemia de Coronavirus. Ahora también te invocamos ¡Santísimo
Cristo! y nos ponemos al amparo de tu inmensa Caridad.
Igual que aquellos piadosos vecinos que en el siglo
XVI establecieron la festividad del 16 de julio en honra tuya, ahora
ratificamos y renovamos aquel voto, prometiendo y jurando solemnemente
celebrarla con la mayor solemnidad posible, sin que jamás decrezca, procurando
aumente de año en año el esplendor de esta fiesta, que es y será siempre de
precepto para esta villa.
Santa Olalla no puede demostrarte de otro modo que
tu amor, ¡Santísimo Cristo de la Caridad! es su defensa. Lo mismo en los días
de amargura y prueba, como en los momentos de prosperidad, ¡Tú serás el
Patrono, Tú el amparo, Tú el triunfo de este pueblo!
Mira a esta villa de Santa Olalla como cosa tuya,
reina siempre en ella y líbrala de todo mal.
Al pie de tu Santa Cruz, postrados fervientemente,
lo suplicamos.
Santa Olalla a 16 de julio
de 2020.
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