La Tierra de
Talavera como gran señorío feudal estuvo rodeada en la Edad Media de un buen
número de señoríos como Oropesa, Velada, Mejorada, San Román, Castillo de
Bayuela, Cardiel, Escalona, Santa Olalla, Cebolla, Valdepusa, La Puebla de
Alcocer, Cabañas, Deleitosa, Belvis, Azután y Guadalupe.
Entre
Talavera de la Reina y Santa Olalla, dos jurisdicciones vecinas sometidas a
distintos regímenes, uno eclesiástico y otro señorial-nobiliario, se produjeron
durante el siglo XV diversos enfrentamientos. Fueron muchas las ocasiones en
que se violaron privilegios como el que Santa Olalla tenía sobre los pastos
comunes de El Berrocal, así como el derecho a cazar y cortar leña. Se
celebraron para intentar solucionar los enfrentamientos múltiples pleitos
participando en ellos otros tantos mediadores. Hubo algunas concordias que permitieron que los
vecinos de Santa Olalla pudiesen hacer ciertos usos de pastos y montes de la Tierra
de Talavera. Conocemos la existencia de un acuerdo desde antes de 1413 “para pacer e cortar e cazar a vecindad”.[1]
Uno
de esos primeros pleitos se celebró en Santa Olalla el 21 de enero de 1414[2]
estando presente el arzobispo de Toledo, Pedro de Luna (1403-1414), la abadesa
del monasterio de San Clemente de Toledo y representantes de ambas villas. La
abadesa del monasterio de San Clemente tomó parte como afectada, ya que este
monasterio toledano tenía en nuestra jurisdicción diversos bienes. Así en 1408
el hidalgo don Diego Alfonso, hijo de Per Alfonso y casado con Juana Fernández,
labraba una de las huertas de las monjas con corral y parrales. Y en 1429,
Diego y Álvaro Fernández arriendan a perpetuidad todos los bienes que dicho
monasterio tiene en Santa Olalla. En 1517, las citadas monjas tienen otro
pleito esta vez con un particular, Luis Pérez, que pleitea con ellas por la
posesión de una tierra.
En
el enfrentamiento entre Talavera y nuestro pueblo, que aconteció en 1459, se
nombró neutrales a los vecinos de Illán de Vacas[3],
para que con ayuda de los “caballeros de la honra” ayudasen a quitar sin demora
los mojones que el concejo de Santa Olalla había puesto al parecer en la tierra
de Talavera. Según un Acta del Concejo de Talavera del 14 de febrero de 1459.[4]
En
otro de ellos también se ven afectadas las Casas de Malpica y de San Martin de
Pusa y se resolvió con la intervención como mediador de Pedro del Castillo,
corregidor de Toledo, mandado para tal efecto por los Reyes Católicos. Mediante
Real Provisión redactada en Morón el 14 de julio de 1496, le piden que realice
el deslinde y amojonamiento de los términos de Talavera, Santa Olalla, Malpica
y San Martín de Pusa según la ley de las cortes de Toledo de 1480.[5]
“Non querría tener pleitos ni diferencias
sobre el deslindamiento de los dichos términos, salvo servir en toda paz e
concordia con las dichas villas e tener sus términos conocidos”.[6]
Los
enfrentamientos entre las dos villas acaban en 1498 con un nuevo y último
deslinde.
[2] SUAREZ
ÁLVAREZ, María Jesús: La villa de
Talavera y su tierra en la Edad Media (1369-1504), (Universidad de Oviedo e
Instituto provincial de Investigaciones y Estudios Toledanos de la Diputación
de Toledo. Oviedo 1982). Pág. 82.
[3] LÓPEZ MUÑOZ, Josué: Retazos
de nuestra historia - Para conocer un poco más sobre la historia de Santa
Olalla, sus anécdotas y sus personajes- Los illaneros neutrales en los
deslindes entre Santa Olalla y Talavera. Libro de las Fiestas Ntra. Sra. de
la Piedad 2018. (Ayuntamiento de Santa Olalla. Santa Olalla, 2018).
[5] Biblioteca
Nacional de España: Real Provisión de
los Reyes Católicos a don Pedro de Castilla, corregidor de Toledo, para que
haga el deslinde y amojonamiento de los términos de Talavera, Santa Olalla,
Malpica y San Martín de Valdepusa, según la ley de Cortes de Toledo de 1480,
que se inserta. Morón, 14 julio 1496. Manuscrito de la Biblioteca Nacional
MSS/9554 (H.79R.-83R.).
[6] Archivo
Municipal de Talavera: Deslindes.
Legajo 2.
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