En 2014 participe en la reedición del del "Vía Crucis Popular de Domingo Pérez", hoy, cuatro años después, comparto el texto integro de este singular cancionero popular.
La forma que Domingo Pérez tiene de rememorar cada año en la mañana del Viernes Santo la Pasión de Cristo, el Camino de la Cruz con su procesión y sus versos cantados, es probablemente la mejor muestra de su patrimonio inmaterial. Es un tesoro etnográfico y de religiosidad popular de la provincia de Toledo.
El Vía Crucis Popular de Domingo Pérez es un conjunto de versos, cantados con una musicalidad que la tradición oral nos ha señalado como mozárabe. Son versos de arte menor, con una métrica culta, quitillas con cuartetos como estribillos.
Aunque la costumbre de rezar el Vía Crucis se conocía desde los primeros cristianos en tierra Santa, en occidente se extendió mcho más tarde y no fue hasta 1742 cuando Benedicto XIV recomendó la colocación de Vía Crucis en todas las iglesias con el correspondiente auge de esta liturgia. Muy probablemente nuestros versos fueron compuestos en esos años del siglo XVIII.
Desde entonces se han trasmitido mediante algunas copias manuscritas que se fueron copiando de unos a otros, algo que sucedió más abundantemente desde principios del siglo XX siendo muchas las familias de la villa que poseen uno de esos manuscritos. En 1985 se editó por primera vez el texto en imprenta y hoy se reedita ilustrado con todas las imágenes de pasión de nuestra parroquia.
Esa cruz
dónde estáis mi bien clavado
es mi luz
aunque el sol esté eclipsado
dulce amado
si muriera yo por ti.
¡Ay de mí!
Yo soy el que os ofendí,
y sois vos
el que padecéis mi Dios.
Tu prisión
la causó mi libertad,
sin razón
me arrojé tras la maldad,
sin lealtad
por un gusto te perdí.
¡Ay de mí! …
Tus heridas,
azotes y bofetadas,
fueron dadas
por mis manos atrevidas,
y sufridas,
manso cordero por ti.
¡Ay de mí! …
Tu corona
tejieron mis vanidades,
tu persona
llevó todas mis maldades,
tus bondades
cantaré diciendo así.
¡Ay de mí! …
Tus espinas
traspasaron tu cabeza
en las mismas
hallo mi mayor riqueza
con largueza
diste tu sangre por mi.
¡Ay de mí! …
La amargura
de tu boca acibarada
fue dulzura
de mi alma regalada
y pagada
la fruta que yo comí.
¡Ay de mí! …
Son tus manos
tus pies y costado abierto
dulce puerto
donde nuestro bien hallamos,
inhumanos
no nos mueve el verte así.
¡Ay de mí! …
Los baldones
las afrentas tan sin cuento
son blasones
de mi alma y mi contento
sólo siento
que yo te los merecí.
¡Ay de mí! …
Buen pastor
busca la oveja perdida
pues tu vida
la ofreciste por mi amor
gran dolor
tengo porque te perdí.
¡Ay de mí! …
Los dolores
de su madre dolorida
son amores
ofrecidos por mi vida.
¡Madre afligida!
Si muriera yo por ti.
¡Ay de mí! …
Buenos días, me interesaba la partitura de esta bella canción, y que es cantada en la novena de la festividad del Sto. Cristo en mi parroquia de Saiar (Caldas de Reis), provincia de Pontevedra. Mi correo electrónico es jmmosqueracalvo@hotmail.es. Muchas gracias.
ResponderEliminarEl título de la canción, lo desconozco. pero en el estribillo dice !ay de mi yo soy el que os ofendí, y sois vos, el que padecéis mi Dios.
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