sábado, 29 de octubre de 2016

Santa Olalla en las Descripciones del Cardenal Lorenzana

Relacionadas con el interrogatorio del geógrafo Tomas López  encontramos las conocidas como Relaciones o Descripciones del Cardenal Lorenzana. Ambos cuestionarios coinciden en el mismo periodo de tiempo, ambos se enviaron a los párrocos de cada pueblo y se podría considerar que las “Relaciones de Lorenzana” son parte de las de Tomas López que tenía una pretensión más amplia abarcando todos los dominios de la corona española. Muchos de los párrocos enviaron idénticas respuestas, otros no entendían la importancia de sus respuestas, algunos como el de Carriches no contestaron o al menos su respuesta no llegó a Lorenzana, el último ejemplo el párroco de Otero que dejaba claro en su carta que ya había contestado pero que volvía a hacerlo a petición del Arcipreste de Santa Olalla recalcando que “ya tenía informado lo mismo que en esta dos veces, la una a don Bernardo Espinal y Garzón, por informe que me pidió por impreso, su fecha 3 de enero de 1786 en Valencia, la segunda a don Tomas López, geógrafo de los dominios de S. M., su fecha 2 de febrero de 1787 en Madrid”. 

Francisco Antonio de Lorenzana y Butrón (León, 1722 - Roma, 1804), Cardenal y Arzobispo de Toledo, ordenó en 1782 configurar un mapa topográfico del Arzobispado de Toledo y para ello mandó realizar las llamadas Descripciones de Lorenzana, un cuestionario de catorce preguntas al que debían contestar los vicarios y curas párrocos del arzobispado para recabar información de todo tipo sobre la archidiócesis. La intención de Lorenzana era facilitar el trabajo de Tomas López y tener un mapa topográfico de sus diócesis más completo que el que elaboró su antecesor el Cardenal Luis de Portocarreño, la recogida de datos se extendió desde 1782 hasta 1789.  Se trataba de información de carácter geográfico, administrativo, religioso, histórico, educativo y sobre aspectos tan variados como agricultura, cultivos y recursos naturales, clima, manufacturas y fábricas, comercialización de los productos, la bondad de sus aguas o la enfermedad más común que se sufría en su pueblo. El manuscrito con las respuestas se conserva en el Archivo Diocesano de Toledo.

A continuación transcribimos el breve texto que aporto el cura de la iglesia de San Pedro Apóstol de Santa Olalla en 1782 para las Descripciones del Cardenal Lorenzana:

Santa Olalla – Consiguientemente a lo mandado en la de Vuestra Eminencia y adjunto interrogatorio, su fecha en Toledo 28 del inmediato pasado abril, paso a evacuar todos sus particulares en la forma siguiente:

Uno de los planos a portados a las Descripciones de Lorenzana
Esta villa está en la Vicaría de Toledo. Dista seis leguas de ella. Es de señorío; pertenece al excelentísimo conde de Orgaz; su vecindario doscientos cincuenta vecinos con corta diferencia. Es cabeza de partido, en el arciprestazgo de Santa Olalla. En ella hay convento de descalzos de San Francisco, dos parroquias con las advocaciones de San Julián y San Pedro.

Rodean esta villa a igual distancia, con corta diferencia, la de una legua, las villas de Alcabón, Carriches, Domingo Pérez, El Otero, Techada, El Casar, Valverde, Hormigos, Maqueda y Val de Santo Domingo.

La cerca un arroyuelo muy mediano, pero aunque en corta cantidad, permanentemente, a la derecha del pueblo aguas abajo. Sus aguas nacen a doscientos pasos de la población, al sitio de la fuente del rey.

En la jurisdicción de esta villa no hay otra mancha de árboles que la de olivas, planta de crecido aprecio. A este fruto, propio de este terreno, se junta el que produce la agricultura. Y el diezmo de arrobas de aceite por un quinquenio y en cada un año de él, ascenderá a tres mil. Y el de fanegas de trigo a seis mil y proporcionalmente el de cereal y semillas.

Es este pueblo perseguido de terciarias en todo tiempo, se atribuye a las humedades del terreno, bastante bajo, y corrupción de las aguas estancadas en el mencionado arroyo, cuyos vapores, se discurre, producen tan malignos aires que regularmente tan solo se cortan por medio de sangrías y administración de quinas. En cuya virtud se puede graduar el número de muertos en cada un año por treinta, en lo respectivo a cada iglesia, y el de nacidos en veinte.

En la presente no hay beneficio bacante en esta iglesia, ni otro clérigo de menores que don Ramón Gómez Bajo, edad veintiún años, que lo está a título de dos capellanías fundadas en estas parroquiales. Que es todo cuanto puede decir, el cura propio de la de San Pedro, en la villa de Santa Olalla, José Gutiérrez.

En la carta que recibían los vicarios y los párrocos se les animaba a hacer un mapa o plano de su jurisdicción “Aunque no estén hechos como de mano de un profesor, nos contentamos con solo una idea, o borrón del terreno, porque los arreglaremos dándole aquí la última mano”. José Gutiérrez el cura de San Pedro en Santa Olalla no debía ser un hombre muy preparado lo demuestran lo escueto de su respuestas y además no manda ningún dibujo de nuestro entorno. Pese a todo encontramos otros dibujos que mandan los párrocos de poblaciones cercanas en los que aparece Santa Olalla. En el plano de Los Cerralbos, Santa Olalla aparece muy correctamente localizada y en el curioso plano del vecino pueblo de La Mata, hecho por la misma mano que el que aportaron en San Pedro de la Mata, encontramos una representación alegórica de nuestro pueblo situada al norte de La Mata y donde se representan nuestras dos parroquias.

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